Dicen que hace falta una tribu entera para criar a un niño, pero además de referirse a los beneficios que el niño recibe al convivir con distintas personas, esa tribu también es para apoyar a mamá o papá durante la crianza.
Sin embargo, si algo les ha hecho falta a las madres durante la pandemia, es esa tribu tan necesaria. Esto, podemos verlo reflejado en un estudio realizado en Londres, donde encontraron que el distanciamiento social a causa de la pandemia aumentó los problemas de salud mental en las madres recientes.
Todos nos hemos visto afectados emocionalmente por la pandemia, pero uno de los grupos que más lo ha resentido en su salud mental, es el de las madres. Muchas manifiestan sentirse agotadas y apáticas ante la situación que estamos viviendo.
Dentro de ese mismo grupo, hay uno incluso aún más sensible y vulnerable: las madres recientes, tanto las primerizas como las que tuvieron un segundo o tercer bebé, que tuvieron que vivir su embarazo y postparto aisladas del mundo.
El estudio
Realizado en Reino Unido y publicado en la revista Frontiers in Psychology, el estudio analizó a través de encuestas la salud mental de madres con bebés de seis meses de edad o menos, durante el confinamiento y distanciamiento social.
En dichas encuestas, las madres enlistaron a las personas más importantes para ellas, detallando las interacciones que habían tenido, desde llamadas, videollamadas y mensajes a través de redes sociales, hasta visitas o encuentros en persona.
También se les pidió que informaran acerca de su bienestar emocional, donde manifestaron sentimientos de aislamiento, preocupación, culpabilidad, agotamiento y aumento de estrés, así como las cosas que les preocupaban acerca de la situación actual.
De acuerdo con sus resultados, casi la mitad de las madres participantes alcanzó el umbral de la depresión postparto, más del doble de las tasas europeas antes de la pandemia, durante el primer confinamiento que se realizó en ese país.
Los investigadores creen que el distanciamiento social pudo ser el causante del aumento de riesgo de depresión postparto, ya que cuanto más contacto tenían las madres con las personas enlistadas, tanto virtual como en persona, menores síntomas depresivos presentaban.
Realmente no es algo que nos sorprenda mucho, pues la maternidad es mucho más sencilla cuando se cuenta con una tribu, pero las medidas de distancia social evitaron que ese apoyo llegara a las madres, dejándolas solas.
Por otro lado, a pesar de todo esto, las madres participantes también consideran que un lado positivo del distanciamiento social fue el vínculo que lograron crear con su bebé y pareja, algo que no siempre es posible con las bajas maternales actuales de muchos países.
Foto | iStock
Vía | Infosalud
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