¿Qué le sucede a la mente después de dar a luz? El estado emocional de la madre tras el parto

¿Qué le sucede a la mente después de dar a luz? El estado emocional de la madre tras el parto
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Después de pasar por una experiencia tan grandiosa como la de dar a luz, no solo se producen importantes cambios físicos sino que el estado emocional de la madre tras el parto también se ve alterado.

¿Cómo se siente la madre después de dar a luz? ¿Cómo ve a su bebé y a sí misma? ¿Es normal el sentimiento de tristeza tras el parto? Vamos a desgranar estas y otras cuestiones para poder entendernos (y que nos entiendan) mejor.

Probablemente la madre se haya formado una imagen ideal de lo que tenía que ser el parto y la llegada del bebé, con grandes expectativas de felicidad, pero pocas veces esta idea coincide con lo que de verdad nos encontramos.

Si el sentimiento maternal no llega como arte de magia, si al principio la mujer no se siente feliz junto a su bebé, no ha de sentirse culpable por ello, ya que está pasando por algo que padecen muchas madres cada día y que es absolutamente normal.

El sentimiento maternal en ocasiones se desarrolla más lentamente y no llega con el primer contacto con el bebé. Será la rutina de nuestro trato y convivencia con el nuevo miembro de la familia lo que haga que "veamos la luz" y nos sintamos madres "de verdad", vinculadas a nuestro bebé.

Hay efectos físicos del parto y de la llegada del bebé como el insomnio, el cansancio, la falta de apetito o de energía, que podrían ser indicio también de un problema psicológico (o que nos pueden afectar tanto físicamente que se traslada a nuestra mente, no podemos separar cuerpo y mente tan radicalmente).

Es fundamental el apoyo y la comprensión de la pareja en estos momentos, porque es normal que la mujer sienta desánimo durante las primeras semanas después del parto: es el llamado "baby blues", "maternity blues" o leve depresión postparto.

La depresión postparto

¿Cuándo deberíamos preocuparnos? Si los indicios de decaimiento se intensifican o perduran más allá de los 30 días posteriores al parto podríamos estar frente a un caso de depresión postparto y entonces la mujer necesita un tratamiento especializado, para lo que ha de acudir al médico o psicólogo.

La depresión postparto va más allá de los indicios que hemos comentado anteriormente, y las mujeres además de aquellos suelen sufrir crisis de angustia o llanto espontáneo, pensamientos y sentimientos de inutilidad, infravaloración o culpa. También pierden interés en casi todas las actividades, incluidas las relacionadas con el bebé.

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Inseguridad de la madre

Por otro lado, la mujer suele sentirse insegura (especialmente si es madre primeriza), le da miedo quedarse a solas con el bebé, cree que no es buena madre, que no cuidará bien al niño cuando esté sola... En fin, siente una serie de inseguridades y miedos que son muy habituales y que por fortuna desaparecen al poco tiempo. La vuelta a casa con el bebé suele ser un momento importante en este sentido, y a menudo nos preguntamos cómo sobrevivir.

En esta situación de inestabilidad, la responsabilidad del cuidado del bebé puede convertirse en algo que oprima a la madre, que tal vez por primera vez tiene a alguien frágil a su cargo. Esa responsabilidad puede ser compartida (al menos en parte) por el padre.

Uno de los aspectos que producen inseguridad en la madre es algo que sí depende de ella, el tema de la lactancia, ¿me subirá la leche? ¿seré capaz de darle pecho? ¿tendré suficiente leche? ¿se agarrará el bebé? ¿dolerá? Muchos son los interrogantes que se nos plantean, pero con el apoyo del personal sanitario podemos salir adelante y tener una lactancia feliz.

Recuerda también que en el fomento de la lactancia es primordial la actuación del personal no sanitario y los grupos de lactancia más cercanos a nosotras pueden ayudarnos.

La inseguridad de las mamás recientes en ocasiones también se relaciona con su nuevo aspecto: el cuerpo tardará un tiempo en parecerse al que teníamos antes del embarazo, y eso les preocupa. Probablemente la falta de sueño y el cansancio contribuyan a que no nos veamos con nuestro mejor aspecto.

El apoyo del entorno

Por ello hay que procurar el descanso siempre que sea posible, pedir ayuda y aceptarla cuando la necesitemos, y el papá y los familiares deberían estar atentos a ello. Si fuera posible, la mamá ha de encontrar un tiempo (aunque sea mínimo) para su cuidado y bienestar, para relajarse. Que el entorno de la madre facilite esto y sobre todo que la acompañe y escuche, es importante.

Otras veces, el entorno no ayuda. En el hospital, puede que quieras estar sola con el bebé, que no molesten las visitas, que te dejen descansar. Avisa antes a familiares y amigos si lo tienes claro, o deja que lo haga tu pareja o acompañante si tras el parto no tienes ganas ni fuerzas de ver a nadie.

Del mismo modo, una vez en casa, las visitas postparto pueden ser un incordio o de gran utilidad. Planifícalas, raciónalas, gestiónalas y finalmente, pídeles que te ayuden.

Para evitar el riesgo de depresión y mitigar las inseguridades es importante que la madre no se sienta aislada, que no pase demasiado tiempo sola, que comparta sus sentimientos y sus dudas con su pareja, familiares, amigos y otros grupos de mamás recientes.

En definitiva, el mejor consejo es que la madre no se exija demasiado a sí misma (y que rechace las exigencias de los demás). Después del parto, el estado emocional de la mujer es un torbellino de nuevos sentimientos pero teniendo expectativas realistas, con tranquilidad, apoyo y paciencia, pronto lograremos sentirnos bien con el bebé y con nosotras mismas.

Fotos | Footloosiety y Thomas Beck Photo en Flickr-CC En Bebés y más | Diez consejos para sobrevivir tras la vuelta a casa con el bebé, La mayoría de las mujeres sufre trastornos postparto, ¿Qué es la cuarentena?

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