Me encanta ver que mis sobrinos van creciendo y cómo poco a poco aprenden a comer solos, aunque nos cuesta poner un paño sobre el regazo además del babero para evitar que manchen demasiado. Uno de los platos más sencillos para conseguir este objetivo es esta receta de arroz con pollo para empezar a comer solitos.
Con una simple pechuga de pollo y restos de una salsa de un pollo asado que tenía guardada, -también puede ser salsa de un guiso de carne o de cualquier estofado- hacemos un plato sencillísimo que disfrutarán los peques de la casa y con los que practicarán el manejo de la cuchara para ir comiendo sin más ayuda que irla recargando.
Ingredientes para 2 ó 3 raciones
- 1 filete de pechuga, 50 g de arroz, salsa de asado
Cómo hacer arroz con pollo que los niños puedan comer solitos
Comenzamos limpiando bien el filete de pechuga de pollo, retirando la grasa, cualquier resto de piel que tenga y en su caso cualquier resto de hueso. Después ponemos una sartén al fuego y con una cucharadita de aceite de oliva, empezamos a cocinarlos casi a la plancha hasta que tomen un color dorado.
Mientras se va haciendo, ponemos un cazo con agua y un pellizco de sal y cocemos el arroz para hacer un arroz blanco. Tardará unos 20 minutos pero lo apagamos y escurrimos cuando lleve 18 para rematarlo después con la salsa y el pollo como ahora os explico.
Cuando el pollo tiene ya su color, añadimos a la sartén la salsa del asado que tengamos guardada de otra preparación anterior y dejamos que cueza durante unos minutos. Así quedará más tierno y además lleno de sabor. Con unas tijeras, cortamos los trozos del filete de pechuga en pedacitos pequeños y los reintegramos a la sartén.
Cuando la salsa empiece a reducir incorporamos el arroz cocido y dejamos que termine de cocerse dentro de la salsa. Removemos y mezclamos bien para que arroz y pollo queden bien mezclados y lo servimos. Con paciencia y cucharada a cucharada, seguro que se lo comen todo.
Tiempo de elaboración | 25 minutos
Dificultad | Fácil
Degustación
Este arroz con pollo es una receta que les encantará a todos los niños, y seguro que la disfrutaréis con ellos. La única diferencia en la ración de los mayores es que no será necesario partir el pollo en trocitos pequeños, pero si queréis también podéis hacerlo.
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