Los bebés recién nacidos tienen un olfato muy desarrollado, se sabe que incluso antes de nacer aprenden a reconocer el olor materno para alimentarse. Pero, ¿podría esta misma capacidad ofativa transmitir otras "enseñanzas" al bebé?
Un grupo de científicos ha concluido que los bebés podrían adquirir los miedos de las madres a través de su olor corporal, a través de ese olor especial que produce el estrés, el miedo, en las personas y que un bebé sí sería capaz de detectar con su desarrollado sentido.
Se trata de un estudio que ha querido profundizar en las raíces del miedo en la infancia cuyos autores trabajan normalmente con madres que tuvieron algún trauma o fobia y sus hijos.
La investigación ha sido realizada por equipos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan y la Universidad de Nueva York, que estudiaron ratas madres que habían aprendido a temer el olor de la menta y mostraron la forma en que «enseñan» este miedo a sus bebés en sus primeros días de vida a través del olor de alarma que las roedoras liberan durante la angustia.
Como conclusión se puede señalar que es probable que los bebés aprendan a temer en los primeros días de vida con sólo oler el aroma que emanan sus madres ante las dificultades, esto es, si una madre experimenta algo antes del embarazo que le hace temer algo específico, su bebé aprenderá rápidamente a tenerle miedo también a través del olor que desprende cuando ella siente miedo.
El artículo, publicado en "Proceedings of the National Academy of Sciences", podría dar explicación a un fenómeno ya detectado, relacionado con la psicología: la experiencia traumática de la madre puede afectar a los hijos de manera profunda, incluso cuando sucede antes de nacer (aunque esto no sucede a todos los niños de madres con grandes traumas, fobias o grandes depresiones).
Entonces, un bebé podría aprender sobre ciertas amenazas de recién nacidos, pero no porque consideren, pongamos por caso, una araña como amenaza, sino porque su madre junto a una araña desprende un olor especial que afecta al bebé, alterándolo. Después, aunque la madre no esté junto al bebé, si este viera una araña la sentiría como una amenaza.
El equipo de investigadores también identificó el área específica del cerebro donde tiene lugar esta transmisión del miedo en los primeros días de vida (amígdala lateral). Y constataron que este tipo de "recuerdos" transmitidos por vía materna permanecen durante mucho más tiempo que otros aprendizajes ocasionales.
Esto en el caso de personas con traumas podría emplearse para intervenir en los niños a los cuales se les transmitieron, existen tratamientos para personas con fobias, para que aprendan respuestas al miedo irracional...
En definitiva, la madre podría transmitir sus miedos al bebé a través del olor, una razón más por la que el puerperio es una etapa delicada en la que la madre debería estar tranquila con su bebé, sin mayores preocupaciones y en un estado óptimo para la recuperación.
Vía | La Voz de Galicia
Más información | PNAS
En Bebés y más | Los sentidos del futuro bebé, El olfato del bebé y el olor de una madre