Los tiempos han cambiado mucho, también el manejo de las emociones y de las pérdidas, y aunque aún queda mucho por hacer, mucho por mejorar, cada vez se ve más normal y lógico el que unos padres que han visto nacer a su hijo sin vida, o que vive apenas unos minutos o unas horas, puedan pasar tiempo con su bebé para conocerlo y despedirse de él.
Hace unos años, en 2013, la pareja formada por Brittney y Brady tuvo una bebé llamada Brylen. Murió después de nacer y solo tuvieron una hora para despedirse de ella, así que pensaron que podrían ayudar a otros padres en su situación y han decidido donar una cuna fría al hospital para hacerlo posible.
Solo 57 minutos juntos
Según leemos en Upsocl, ya en el embarazo los médicos les dijeron que no había esperanza para ella, y que probablemente nacería sin vida. Sin embargo, la pequeña nació respirando, con los ojos abiertos, y así sus padres pudieron conocerla y tener tiempo de hacerla sentir querida, tranquila, hasta su muerte, que se produjo poco después.
Pudieron estar con ella 57 minutos antes de que se la llevaran, y aunque lo aprovecharon para conocerla mejor y despedirse, se les hizo un tiempo demasiado corto.
Decidieron conseguir una cuna fría para otros padres
Sintiendo que esos 57 minutos no habían sido suficientes, cuando años después descubrieron la existencia de las cunas frías decidieron conseguir una para el hospital, para que si otros padres vivían una situación similar, pudieran pasar más tiempo con su bebé.
Una cuna fría es un capacito para bebés provisto de un sistema de frío que los mantiene a baja temperatura para poder pasar más tiempo con ellos. Gracias a dicho sistema los padres pueden pasar de estar unos minutos o unas horas con los bebés, a poder estar días, si así lo consideran oportuno.
Mediante donaciones de terceras personas y liderando el proyecto, esta pareja hizo entrega de la cuna al hospital, que se mostró muy agradecido por la donación y emocionados al poder prestar ese servicio a otras parejas que por desgracia tengan que pasar por ese trance:
Esta historia me recuerda a la que explicamos hace un par de meses, de una pareja que pudo estar durante 15 días con su bebé antes de decirle adiós finalmente. En el hospital promovieron que los padres pudieran estar con su recién nacido en una habitación a una temperatura baja, e incluso pudieron irse con él a casa para pasar una última noche en la intimidad y permitir a otros familiares que lo conocieran y le dijeran adiós. Quizás hicieron uso de algún sistema parecido.
Sé que suena raro, sé que suena a alargar el sufrimiento, pero creo que lo que hay que tener en cuenta es que no deja de ser una opción, una posibilidad para los padres que sienten que necesitan más tiempo para decir adiós. Si ese tiempo puede suponer un mayor dolor, un mayor sufrimiento, está claro que los padres pueden escoger otra manera de hacerlo más rápida, y no por eso peor.
Todo depende de lo que cada familia sienta que es mejor para ellos, pero vale la pena saber que en algunos hospitales se da la posibilidad de poder pasar más tiempo con un recién nacido que no vivirá, pese a los sueños y esperanzas que cada familia crea en torno a su embarazo y al nacimiento.
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