Casos de “shock pediátrico” en niños: qué es y cuál es su relación con el Covid-19

Casos de “shock pediátrico” en niños: qué es y cuál es su relación con el Covid-19
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Me han llegado varios mensajes por distintas vías y todos con el mismo mensaje y la misma preocupación: "He leido que la Asociación Española de Pediatría ha emitido un comunicado avisando a los pediatras y médicos de la aparición de una serie de casos de shock pediátrico. ¿Es cierto o es un bulo? ¿Debo preocuparme?".

Este comunicado iba destinado a nosotros, los profesionales, pero se ha filtrado y han saltado todas las alarmas. Posteriormente, la propia Asociación de Pediatría ha emitido un comunicado dirigido a las familias y pidiendo calma.

¿Qué decía el comunicado?

El comunicado, dirigido a profesionales sanitarios, alertaba de que en las últimas 2 semanas se habían visto pacientes pediátricos con síntomas gastrointestinales (dolor de abdomen, vómitos, diarrea) que evolucionaban rápidamente a un shock. Además, se acompañaban de fiebre, enrojecimiento de los ojos y de la piel, solapándose con la enfermedad de Kawasaki y el síndrome de shock tóxico.
Como explica la AEP, estos comunicados constituyen un procedimiento habitual en el marco de las enfermedades infecciosas, y es la manera de informar ágilmente a todos los pediatras.

¿Qué es un shock?

Un shock se produce cuando el sistema cardiovascular no puede aportar suficiente oxígeno y nutrientes a las células. El shock es, afortunadamente, muy infrecuente en los niños. Estos cuadros de shock a los que se refiere el comunicado pueden cursar al principio, tal y como relata la AEP, con fiebre y vómitos o tan sólo con dolor abdominal, manchas en la piel, ojos enrojecidos y mal estado general.

¿Qué es la enfermedad de Kawasaki?

La enfermedad de Kawasaki, a la que hace referencia el comunicado para profesionales, se produce por una inflamación de los pequeños y medianos vasos sanguíneos del cuerpo; pueden afectarse las arterias coronarias (las que llevan sangre al corazón). Aparece fiebre alta durante al menos 5 días, manchas en la piel, cambios en las manos y en los pies (hinchazón o palmas y plantas enrojecidas, y más adelante, pueden descamarse), cambios en la boca (labios muy enrojecidos y agrietados, lengua muy roja con papilas muy marcadas), ganglios en el cuello (de tamaño superior a 1,5 cm y en general sólo en un lado), sarpullido en la piel y ojos enrojecidos. Suelen aparecer irritabilidad y en algunos casos también síntomas gastrointestinales (dolor abdominal, diarrea, vómitos) o dolor de las articulaciones.

¿Qué es el síndrome de shock tóxico?

El síndrome del shock tóxico puede producirse por dos grupos de bacterias: estreptococos y estafilococos. Cursa con fiebre, hipotensión, manchas o enrojecimiento de la piel y fallo de muchos órganos. Pueden aparecer dolores musculares, vómitos, diarrea y dolor abdominal, desorientación, mal estado general enrojecimiento de los ojos... Entre una y dos semanas tras el inicio del cuadro, se produce una descamación de la piel, sobre todo de palmas y plantas.
Además del tratamiento del shock, se usan antibioticos.

¿Se producen estos cuadros de shock por el Coronavirus SARS-CoV-2?

Estos cuadros son muy infrecuentes y, aunque coinciden en el tiempo con la pandemia de Coronavirus, no sabemos si este virus es la causa; podría estar desencadenado por bacterias. En algunos de estos niños la PCR era positiva para SARS-CoV-2 y en otros negativa. Recordamos que lo habitual es que la infección por Coronavirus en los niños sea leve.

¿Qué debemos hacer?

La AEP llama a la calma. Aunque se trata de casos graves, son muy infrecuentes, y los pediatras estamos alerta a los signos de alarma. Aprovechan también para recordar a los padres que ante signos de alarma (tanto COVID como de otras enfermedades pediátricas), deben acudir a Urgencias. Recientemente la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas publicó una guía rápida para padres acerca de cuándo deben acudir a Urgencias y con qué rapidez. Así por ejemplo, la aparición de manchas en la piel (especialmente si apretamos y no desaparecen), la dificultad para respirar (respira rápido, se le marcan las costillas, escuhamos que pita), la fiebre persistente o por encima de 40,5ºC, el dolor abdominal que no cede y empeora o los vómitos persistentes son, entre otros, motivos para acudir a Urgencias.

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