Como padres, muchas veces no somos conscientes de que nuestros hijos son esponjas y espejos. La pandemia, por ejemplo, ha abierto tantos frentes, que la gran mayoría no nos hemos parado a reflexionar cómo los niños han digerido ese miedo que todos tuvimos al principio, cuando sabíamos muy poco sobre a lo que nos estábamos enfrentando.
Tampoco hemos sido conscientes de que poco a poco tanto las restricciones como nosotros nos hemos ido relajando, pero ellos no. Muchos siguen con esos mismos temores intactos, con las voces de los periodistas hablando de los muchísimos fallecimientos en sus mentes, cuando a veces parece que gran parte de la sociedad lo ha olvidado. Este hilo es una muestra perfecta de ello, y por eso os invitamos a leerlo.
Ayer dio positivo un medio sobrino mío y esta es la otra cara terrible de la pandemia.
— Faro (@FaroDelFinde) January 25, 2022
Os cuento 👇
El niño tiene 6, casi 7 años, con lo que lleva un tercio de su vida en pandemia. Como quien dice, debería tenerla casi normalizada, sin embargo…
— Faro (@FaroDelFinde) January 25, 2022
Llevaba un par de días con mocos y empezó a tener fiebre, entonces la madre decidió hacerle un test de antígenos.
La cara de terror del peque fue instantánea.
— Faro (@FaroDelFinde) January 25, 2022
Mi amiga intentó tranquilizarlo, pero era imposible. Empezó a rezar (más bien desear) que el test fuese negativo, pero los segundos se hacían eternos.
-Mami, dime que no lo tengo.
-Espera, T (vamos a mantener el anonimato del niño)
Cruzaba los dedos
— Faro (@FaroDelFinde) January 25, 2022
-Porfa, porfa… no lo quiero tener.
-Tranquilo, T. Si lo tienes no pasa nada.
-Y? Ya está?
-Si, es positivo.
El mundo se derrumbó. T salió corriendo a su habitación llorando, desesperado. Gritando que no lo tocasen.
La madre fue tras él y lo abrazó. Le dijo que no tuviera miedo, que ella iba a estar con el.
— Faro (@FaroDelFinde) January 25, 2022
El se agobió aún más porque estaba contagiando a su “mami”. Pero mi amiga, que es una madraza le dijo que no se preocupase, que ella ya tenía el superpoder de las vacunas. Era SUPERMAMI.
Eso lo hizo sonreír. Algo se tranquilizó. El mundo ya no estaba completamente en tinieblas. Pero el terror seguía ahí.
— Faro (@FaroDelFinde) January 25, 2022
Ahora, R (mantendré el anonimato de su madre también) tiene que teletrabajar, cuidar a T y lo más difícil de todo, seguir tranquilizándolo. Porque…
Porque lo más terrible de este contagio es el daño psicológico.
— Faro (@FaroDelFinde) January 25, 2022
Y si, es pequeño. No será la muerte de nadie (esperemos). Se recuperará pronto, pero este terror es lo que nos están transmitiendo desde hace 2 años.
No es normal.
Las autoridades y los medios tienen que empezar a normalizar.
— Faro (@FaroDelFinde) January 25, 2022
No podemos seguir así.
La saturación de urgencias no lo es todo. Pero esta pandemia nos está quitando muchas cosas.
Empecemos a tomarnos esto de otra manera o lo vamos a lamentar mucho.
Seguramente, algunos esperarían alguna broma, porque esta es una cuenta de humor, pero a veces no se puede.
— Faro (@FaroDelFinde) January 25, 2022
Si os parece que hay que empezar a cambiar algo ya, por favor difundid.
Ánimo.
Si queréis leer algo más divertido, en mi tuit fijado tengo algunas cosas que me sucedieron para echar unas risas. Que no todo tiene que ser penas en esta vida.
— Faro (@FaroDelFinde) January 25, 2022
Disfrutemos y démosle cariño a nuestros mayores y pequeños.
Quiero leeros a todos. Estoy abrumado por la repercusión del hilo y la cantidad de testimonios de casos similares. Nuestros niños se merecen volver toda la tranquilidad de la infancia, que cuando se crece es más difícil encontrarla.
— Faro (@FaroDelFinde) January 25, 2022
Gracias a todos por vuestros ánimos.
Ha llegado el momento de superar los miedos y recuperar el tiempo perdido
Confieso que leerlo fue como un baño de agua fría. He estado tan pendiente de proteger a mi familia, de que las niñas usen el gel, que se laven las manos, que la mayor no se quite la mascarilla, de opinar en voz alta sobre un tema sobre el que hemos recibido una sobredosis de información, que no me he puesto a pensar en que no hemos parado de alimentar sus miedos desde hace casi 2 años.
El miedo, ese sentimiento que nos ayuda a autoprotegernos, pero que también nos hace vulnerables a lo desconocido. No hay día en el que no dejen de oír sobre positivos, confinamientos, aislamientos, antígenos, vacunas y demás, así que en el momento en el que el monstruo malo del cuento aparece en casa, y está dentro de nosotros, ¿cómo esperamos que lo gestionen?
Tenemos que calmarnos, especialmente cuando estamos con los niños. Sobre la responsabilidad que hay que tener cuando estamos viviendo una situación así, son ellos quienes nos han dado una lección abrumadora, así que, si como dicen los expertos, nos vamos a contagiar todos, debemos prepararles para que se lo tomen con tranquilidad y ese posible episodio no haga más mella en su vida.
Sin duda, es un mensaje que toca un tema del que muy poco se ha hablado. Los niños también se preocupan, también se deprimen y también necesitan que cuidemos de su salud mental. Tanto padres, como profesores y gobernantes (sí, algunos de los cuales siguen pensando que cerrar los parques infantiles es una buenísima idea), debemos mirar hacia nuestros hijos y tal vez, reflexionar en cómo podemos recuperar estos dos años de infancia, en la que la única preocupación debe ser qué disfraz elegir para el carnaval o qué amigos invitar al cumpleaños.
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