Según muestra un nuevo estudio publicado en la edición digital de este miércoles de la revista Nature, las células que permiten a las bacterias colonizar de forma segura los intestinos de los recién nacidos también suprimen el sistema inmunológico lo que provoca que los bebés sean más vulnerables a las infecciones.
Científicos del Centro Médico del Hospital de Niños de Cincinnati, en Estados Unidos, han investigado la vulnerabilidad del sistema inmunológico de los bebés.
La llega a un mundo lleno de virus
Siempre se nos había dicho que los recién nacidos son susceptibles a las infecciones debido a que su sistema inmune es inmaduro o está subdesarrollado. Pero parece ser que esto no es del todo cierto según esta investigación.
Los primeros días después del parto representan un periodo crítico de desarrollo en el que el sistema inmunológico de un bebé, que debe adaptarse a muchos de los nuevos estímulos. Esto incluye los microbios ambientales que no están presentes en el útero, pero colonizan inmediatamente tejidos como el intestino y la piel.
"Nuestros hallazgos sugieren que las infecciones son causadas por la supresión inmune durante este periodo de desarrollo, en oposición a la idea de la inmadurez de las células inmunes", resume Sing Sing Way, investigador principal y médico en la División de Enfermedades Infecciosas de Niños de Cincinnati.
Las células supresoras en este caso son CD71+ precursoras de las células maduras de los glóbulos rojos.
Los investigadores encontraron que las células CD71+ precursoras se enriquecen en ratones recién nacidos (y en la sangre del cordón umbilical humano) para evitar una respuesta inmune excesiva en los bebés mientras se adaptan a un mundo lleno de microbios. Las células CD71 + expresan una enzima llamada arginasa-2 que es esencial para suprimir las células inmunes, un proceso que juega un papel vital en el desarrollo del intestino de los bebés mediante la prevención de un ataque del sistema inmune en respuesta a las bacterias colonizadoras que ayudarán en un futuro a la digestión y al resto de funciones relacionadas.
Los experimentos
Los científicos utilizaron una serie de pruebas de laboratorio en células de sangre humana y modelos de ratón para mostrar que el resultado de la supresión inmunitaria temporal en los recién nacidos se extiende más allá de los intestinos para afectar también a otras partes del cuerpo.
Aunque la vulnerabilidad a la infección del recién nacido es bien conocida, Way y sus colegas comenzaron su estudio porque investigaciones anteriores habían demostrado que el alcance de esta inmunidad comprometida en ratones recién nacidos variaba significativamente dependiendo de las condiciones experimentales. Esto llevó a los autores a la hipótesis de que debía haber una explicación mejor sobre la inmunidad comprometida en los recién nacidos, que la de las células inmunes inmaduras.
Los científicos transfirieron células del sistema inmunológico de ratones adultos a ratones recién nacidos para ver si esto podría aumentar la inmunidad neonatal durante la exposición a las infecciones. Pero, en lugar de aumentar la inmunidad, vieron que la producción de citoquinas de protección del sistema inmune en las células adultas flaqueó en los ratones recién nacidos, resultados similares a los observados cuando las células inmunes adultas se mezclaron con células neonatales en cultivos de laboratorio.
En un experimento complementario, los investigadores transfirieron células del sistema inmune de ratones adultos a recién nacidos expuestos a la infección. En los ratones adultos, las células inmunes neonatales produjeron la citocina protectora TNF-alfa, que ayuda a la respuesta protectora del sistema inmune contra la infección.
En resumen, parece que estamos ante otro de los mecanismos de la evolución humana para ayudar a nuestro cuerpo en su supervivencia en este mundo hostil que llamamos hogar. Un mecanismo que abre una puerta al exterior, o más bien podríamos decir que distrae al portero, para que puedan entrar muchos de los microorganismos que estarán presentes en nuestro interior el resto de nuestras vidas y que harán mucho más fácil nuestro viaje por la vida. Esto conlleva un "pago" o consecuencia que no es otra que una exposición desprotegida a esos microorganismos gorrones que siempre hay en toda fiesta.
Foto | gwire en Flickr Vía | europa press