Algunos agentes químicos pueden ser los responsables de que se den más nacimientos de niñas que de niños, así lo ha indicado un grupo de expertos del Centro IntrAmericas para el Medio Ambiente y la Salud de Canadá en su estudio. Al parecer, esta situación se está dando en algunas comunidades canadienses y es una consecuencia directa de unos contaminantes denominados dioxinas, capaces de incidir en el género del futuro bebé.
Las dioxinas son compuestos químicos resultantes de los procesos de combustión, estos elementos son además muy poco biodegradables y se pueden acumular en el suelo y los sedimentos, con lo que la incidencia en la cadena alimentaria es también posible. La exposición a las dioxinas origina, además de un mayor género femenino, un aumento de las posibilidades de los casos de cáncer en la población. El estudio elaborado por los expertos muestra que las dioxinas inciden incluso si se vive a cierta distancia del foco de contaminación, aunque se esté a 25 kilómetros de distancia. Según los investigadores, una tasa normal de nacimientos se sitúa en un 51% de varones y un 49% de féminas, sin embargo, en las ciudades que han sido sometidas al estudio, el tanto por ciento de los varones se reduce a un 46% y el de mujeres aumenta a un 54%.
Si las dioxinas inciden en el sexo de los bebés, a saber cuántos productos pueden incidir en otros factores, ya hemos nombrado en alguna ocasión algunos ejemplos como, La contaminación industrial produce daños cerebrales en los niños o el Proyecto Hermes: Evaluación de la exposición e ingesta de mercurio y metilmercurio durante el embarazo y en la población infantil. Lo cierto es que es necesario estudiar la relación de muchos de los componentes que son liberados a la biosfera y que sin duda inciden de una u otra forma en el organismo humano.
De momento los investigadores canadienses constatan que las fundidoras de metal o las refinerías de petróleo son las fuentes contaminantes que provocan esta situación. En todas las ciudades donde existe cerca este tipo de industria se da esta circunstancia. Con estos datos sobre la mesa y sabiendo que además estas sustancias pueden producir todo tipo de problemas como son las alteraciones genéticas, el cáncer, etc., sería cuestión de plantearse otros sistemas energéticos que no perjudicaran al ser humano y especialmente a los niños.
Vía | Reuters Más información | Wikipedia En Bebés y más | La contaminación industrial produce daños cerebrales en los niños En Bebés y más | Proyecto Hermes: Evaluación de la exposición e ingesta de mercurio y metilmercurio durante el embarazo y en la población infantil