Aunque no tanto como los adultos, los niños también roncan. El ronquido, en sí mismo, no es un problema y no hay que tratarlo, sin embargo a menudo va acompañado de pausas de apnea, que son segundos en que el niño deja de respirar seguido de una entrada brusca y ruidosa de aire. En estos casos es necesaria una diagnosis y un tratamiento.
Si las pausas de apnea son frecuentes o prolongadas se producen situaciones de falta de oxígeno en los órganos y sobretodo en el cerebro, que es el que más lo necesita.
Esto sucede porque durante el lapso de tiempo en que el niño no respira no llega aire al pulmón, la sangre no se oxigena y esa sangre no nutre a los tejidos del oxígeno que precisan. A este fenómeno se le denomina como síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS).
Los niños que sufren SAOS suelen ser niños que comen poco y mal (aunque creo que todas las madres dirían esto de sus hijos...) y realizan un sueño no reparador que se interrumpe en múltiples ocasiones. Durante el día suelen estar somnolientos, poco atentos y probablemente serán niños que aprendan menos, con peores resultados escolares y a menudo inquietos, irritables e incluso hiperactivos.
Al acudir a la consulta médica no hay ningún síntoma sobre el que trabajar, dado que durante el día no hay ningún problema respiratorio ni obstrucción alguna. Es por la noche, cuando los músculos encargados de mantener abierto el conducto por donde pasa el aire y la lengua se relajan. Esta relajación hace que al tomar aire se colapse el conducto impidiendo su entrada.
Normalmente se debe al aumento del tamaño de las amígdalas y de las vegetaciones y su extirpación resuelve la casi totalidad de los casos por lo que es muy importante su diagnosis.
El diagnóstico es simple y es por ello que los padres deben conocer esta enfermedad. Un tratamiento precoz evita problemas futuros generados por falta de oxígeno cerebral en los momentos de apnea.
En definitiva, el ronquido puede ser normal, no patológico, pero es necesario que los padres y los médicos estén atentos por si lo fuera.
Vía | El Mundo En Bebés y más | Los niños que roncan pueden sufrir un déficit intelectual, Los ronquidos podrían estar relacionados con las alergias