Los bebés prematuros son especialmente vulnerables, y a pesar de ello demuestran ser pequeños grandes luchadores, como Victoria, una trilliza prematura a quien han operado de una enfermedad con congénita del corazón cuando apenas pesaba 1,5 kilos. Ahora ya pesa 2,450 gramos y evoluciona favorablemente.
Es la primera vez en el mundo que se practica una intervención a un niño de tan bajo peso, y fue realizada por un equipo de cardiólogos del Hospital Infantil Miguel Servet de Zaragoza.
La pequeña nació con 31 semanas de gestación y a los cinco días de su nacimiento se le detectó una atresia pulmonar, una enfermedad congénita rara, que consiste en una falta de perforación de la válvula de la arteria que va a los pulmones. Le impedía respirar por ella misma, por lo tanto hubo que tomar una decisión: o se la operaba o la bebé fallecía.
Si bien la operación es "un poco compleja", según los médicos, por ser un cateterismo sin cirugía abierta, el bajo peso de la niña así como el tamaño de sus arterias constituían de por sí un importante riesgo.
A los 14 días de vida se lo operó introduciéndole un diminuto stent de 1,5 milímetros por la arteria de la pierna hasta llegar a la válvula dañada. Afortunadamente, la niña ya ha salido de la UCI y se recupera muy bien.
Cada vez que hablamos de salvar vidas a niños tan pequeños, incluso cuando aún no han nacido, no dejo de sorprenderme del gran avance de la medicina, pero sobre todo, de la fuerza y las ganas de vivir que tienen estos bebés.
Vía | 20 minutos Foto | sgilsdorf en Flickr CC En Bebés y más | Extirpan un tumor en la cara a un bebé antes de cortar el cordón