Ayer publicábamos un estudio reciente que confirmaba que los abrazos de mamá o papá (en comparación los de otras personas) son el mejor relajante que existe para un bebé.
La recomendación actual fuera y dentro de España es que después del parto el recién nacido se ponga en contacto piel con piel sobre el pecho y el abdomen de la madre. Los beneficios de esta práctica (como la mejora de la lactancia y el fortalecimiento del vínculo afectivo) están probados y es una medida apoyada por los principales organismos de salud internacionales y españoles.
Sin embargo, el coronavirus está trastocando todos los protocolos. Ya te informábamos que incluso en la Comunidad Valenciana llegaron a prohibir el acompañamiento del padre en el parto, una medida que más tarde se rectificó por las protestas de las matronas.
Lo mismo ocurre con el contacto de madre e hijo nada más nacer, cuando la mujer es positivo en Covid-19. Mientras en algunas maternidades mantienen el 'piel con piel' desde el minuto cero, en otras les separan "para evitar contagios".
Piel con piel virtual
Nadie pone en entredicho las ventajas del método canguro. Es recomendado por la Sociedad Española de Neonatología, la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia de UNICEF y el Ministerio de Sanidad.
Pero ahora, con la crisis del coronavirus, el protocolo de muchos hospitales españoles apuesta por mantener separados a las madres de sus hijos cuando ellas han dado positivo en Covid-19. La precaución provoca que se tomen medidas más extremas que las recomendadas por la Organización Mundial de la Salud, (OMS), que insiste en no separar a la madre y al recién nacido tras el parto.
También esta es la postura del Ministerio de Sanidad.
La Sociedad Española de Neonatología SeNeo aconseja en sus Recomendaciones para el manejo del recién nacido durante la crisis del Covid-19, que "en madres sintomáticas con infección confirmada o en investigación el recién nacido deberá ser ingresado aislado y separado de su madre". El neonato será ingresado en una habitación individual o en una incubadora y limitar sus visitas a su cuidador principal con equipo de protección individual (EPI).
Si el test da negativo en coronavirus, se puede suspender el aislamiento y el bebé será atendido por su cuidador principal sano (o personal sanitario), pero aislado de su madre, mientras esta siga siendo positiva. Este protocolo se actualiza con frecuencia, así que pueden cambiar las recomendaciones.
Así que para paliar esta separación, han surgido iniciativas virtuales como el del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, que ha activado un programa para poner en contacto mediante videollamadas a madres que han dado positivo en las pruebas de Covid-19 con sus hijos recién nacidos que están en las unidades de Neonatología a cargo de sus enfermeras y médicos.
Según explica la doctora Cristina Oliver, ginecóloga del centro madrileño, "de esta forma, el 'piel con piel' tan necesario durante los primeros días se hace posible de forma virtual":
"Los niños suelen estar más activos y receptivos cuando escuchan a sus padres, y para estos, psicológicamente, supone un impulso para su recuperación, además de ver que sus hijos están en buen estado y bien cuidados".
En este vídeo, facilitado por el Hospital Gregorio Marañón se ve la emoción de una madre al ver a su recién nacido por videollamada.
No separan a la madre y a su bebé
Aunque la mayoría de los hospitales han optado por aislar a la madre contagiada de su recién nacido tras el parto, hay algunos hospitales que han preferido continuar facilitando el piel con piel. Es el caso del hospital Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid).
Han dado este paso tras comprobar que no se ha transmitido la enfermedad en ninguno de los 60 partos vaginales de mujeres contagiadas en toda España. Así lo explica Tirso Pérez de Medina, jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia:
"No estamos aislando porque después de analizarlo no le vemos lógica ni ninguna ventaja, no hay ningún motivo que lo justifique. El virus no pasa a la placenta y los bebés no se infectan".
Añade que la separación no tiene mucho sentido ya que el contacto va a ser inevitable "en cuanto salga del hospital, sólo con montarse en el coche".
Elisa Careaga, supervisora de Paritorio y Obstetricia del centro aplaude eta medida ya que "permite a las mujeres contagiadas afrontar el parto con otra perspectiva":
"Todo te da miedo cuando estás embarazada, pero en esta situación más aún por lo que le puede pasar al bebé. Tienen que venir a un sitio hostil como es un hospital, pero nosotros no hemos cambiado la manera de actuar".
En este centro, el padre también puede entrar al paritorio aunque tenga el Covid-19 o sea sospechoso de tenerlo y puede acompañar en todo momento a la madre y a su bebé. El jefe del servicio explica que la única precaución que se exige en estos casos es el aislamiento:
"La única precaución que les pedimos en la denominada 'room in', donde están los tres aislados, es que cuando la madre le dé de mamar al bebé se lave bien los pezones, las manos y que la cuna esté a dos metros a los pies de la cama".
Y si no es posible que la madre esté en contacto piel con piel con el recién nacido, porque ha dado positivo en Covid-19 y el protocolo del hospital les separa, es importante que al menos el padre practique el método canguro con su bebé, porque sus abrazos también son fundamentales.
¿Tú qué piensas? ¿Crees que hay que separar a las madres positivo en Covid-19 de sus recién nacidos tras el parto o por el contrario las medidas de aislamiento para proteger al bebé no tienen sentido si en 48 horas van a estar en contacto permanente al salir del hospital? Estamos esperando saber tu opinión sobre el tema.
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