Qué difícil resulta calmar a un niño pequeño para que entienda que se acabaron los juegos y ha llegado la hora de dormir. Están tan llenos de energía que es complicado "desconectarles". Cada padre tiene su rutina especial: baño, vaso de leche, cuento, música relajante, mimos y, casi siempre de nota común, silencio en su habitación para ayudarle a conciliar el sueño.
Otros padres optan por el agotamiento: procurar que juegue, corre y realice actividades que le cansen para que caiga 'rendido' por la noche.
Pero parece que la técnica es más sencilla: algunos estudios han demostrado que procurar que el niño se canse para que duerma mejor es contraproducente y puede implicar problemas de sueño, como despertares nocturnos o pesadillas. La mejor alternativa, según los estudios, es reírse.
Por qué cambiar el cansancio por las risas
Tal y como hemos explicado en Bebés y Más en alguna que otra ocasión, agotar a nuestros hijos para que duerman mejor, no suelo funcionar. ¡Muchos padres damos fe de ello!
Cuando un niño está excesivamente cansado su cerebro y su cuerpo se encuentran sobrecargados. Esto hace que estén irritables, llorosos y que les cueste más relajarse y conciliar el sueño.
Una vez se duermen, al hacerlo en un estado de falta de relax, suelen tener un sueño intranquilo y con más despertares de lo habitual. Der hecho, muchos adultos también los sufrimos esos días en que estamos excesivamente cansados.
Digamos que un poco cansados está bien (el cansancio habitual de estar despiertos y jugar que necesita todo niño), pero no demasiado. Es también la opinión de la doctora Deborah Macnamara. En su libro, 'Jugar Descansar Madurar: Lo que todo niño pequeño quisiera que supiéramos acerca de él' Rest, Play, Grow: Making Sense of Preschoolers, explica que los niños suelen procesar sus emociones a través del llanto para liberar el estrés. Pero también lo hacen a través del juego y la risa.
¿Aún no estás convencido o convencida de que el buen humor ayuda a inducir el sueño? Otro estudio con mujeres embarazadas, realizado por el doctor Jianghong Liu, profesor de la Universidad de Pensilvania, mostró que cuando una mujer mantiene una actitud positiva durante el embarazo, su hijo disfruta de una mejor calidad de sueño durante la infancia.
Ahora, seguramente estés pensando que unas risas descontroladas antes de ir a dormir activarán aún más a tus hijos. Y no estás equivocado. La clave está en hacerle sonreír en su justa medida.
De hecho, un estudio publicado en la revista Science, y llevado a cabo por un equipo de científicos de la Universidad de Humboldt en Berlín, mostraba evidencias de algo que ya se sabe: las cosquillas solo son eficaces si nuestro estado de ánimo acompaña.
La risa como somnífero natural
No es extraño que los niños pequeños quieran jugar toda la noche y se nieguen a a ir a la cama. Pero si logramos incluir las risas como parte de su rutina de sueño, empezará a funcionar. Solo tenemos que perseverar.
Porque, aunque el sueño se asocia a menudo con sonidos o aromas tranquilos, silenciosos y calmantes, la risa puede ser una gran alternativa para que descansen mejor. Aquí tienes algunos motivos que lo confirman:
1.- La risa produce hormonas de la felicidad Un estudio llevado a cabo por las psicólogas Tara Kraft y Sarah Pressman, de la Universidad de Kansas (EE.UU). y publicado en la revista Psychological Science, concluyó que la risa tiene un efecto en el cuerpo a un nivel químico, que provoca en quien sonríe un bienestar físico de 24 horas de duración, eliminando el estrés.
La explicación se encuentra en que la risa reduce la presión arterial y desencadena la liberación de endorfinas, una hormona que nuestros cuerpos segregan cuando nos sentimos felices, reduciendo los niveles de estrés y logrando que nos sintamos felices. ¿Y a qué niño no le viene bien ser feliz? Sintiéndose así, seguro que descansa mejor.
2.- Ayuda a que el niño se sienta seguro La risa también crea conexiones. Cuando juegas con tu hijo y te ríes con él antes de irse a la cama, se acostará sintiéndose seguro y protegido, incluso aunque no duerma contigo.
3.- La risa ayuda a liberar melatonina La melatonina es una hormona responsable de inducir el sueño. Un estudio que incluía a madres lactantes mostró que aquellas que se extraían la leche después de ver una película de Charlie Chaplin tenían niveles más altos de melatonina en su leche materna en comparación con las madres que veían otro tipo de películas antes de extraerse la leche.
Se concluyó que el primer grupo de madres fue capaz de transmitir mayores niveles de melatonina a sus bebés recién nacidos, cuando aún no pueden producirla.
4.- Tiene los mismos efectos que la meditación Un estudio de la Universidad de Loma Linda en California (EEUU), monotorizó las ondas cerebrales de voluntarios mientras veían vídeos sobre de humor, espiritualidad y terror. Los resultados demostraron que los vídeos graciosos producían un alto nivel de ondas gamma, las mismas que provoca un ejercicio de meditación.
Trucos infalibles para descansar riendo
Kate Orson, mamá y autora de Tears Heal: How to listen to our children ('Curar las lágrimas: cómo escuchar a nuestros hijos'), compartió en Motherly algunos trucos divertidos para incluir en las rutina a la hora de dormir. Seguro que a ti se te ocurren muchos más, pero estos están bien para comenzar:
Una pelea de almohadas, dejando que sea el niño el que gane.
A la hora de leer un cuento para dormir, podemos cambiar algunas palabras e inventar escenarios divertidos.
Antes de mandarle a dormir, conviene respirar profundamente y tranquilizarse. Es mejor no meterle prisas y dejarle disfrutar de su rutina divertida, porque meterle en la cama corriendo no garantiza que vaya a descansar mejor.
En el momento de arroparle y darle un beso de buenas noches, podemos ponerle caras graciosas y hacerle unas cosquillas suaves.
La importancia de que los niños duerman bien
Durante el sueño mejora la memoria y la maduración cerebral, por lo que descansar poco o dormir mal puede afectar a los niños y adolescentes durante el día.
Según explica la doctora Marta Moraleda, "la falta de sueño puede alterar el comportamiento y el estado de ánimo, volverles más activos de lo habitual, hacerles disminuir su atención en clase, hacer que se muestren antipáticos o más irritables".
También puede provocar somnolencia durante el día, problemas de aprendizaje y del desarrollo mental y, por tanto, afectar a su rendimiento escolar.
Pero los expertos en sueño señalan más beneficios de un buen descanso en los niños:
Mejora su desarrollo y forma física. Algunas fases del sueño están asociadas con la reparación de tejidos corporales y la conservación y recuperación de energía. Durante el sueño el cerebro segrega distintas sustancias que regulan muchas de las funciones del organismo, entre ellas la hormona del crecimiento.
Fomenta el desarrollo de la creatividad. Durante el sueño se producen procesos de reparación cerebral, se reorganizan las neuronas y almacenan lo aprendido durante el día, se seleccionan los recuerdos más importantes y se eliminan y olvidan los que no lo son. El sueño profundo facilita la combinación de pensamientos de forma novedosa y deja correr la imaginación posibilitando la aparición de las mejores ideas.
Así que no perdemos nada probando esta nueva rutina de risas al acostar a nuestros hijos. Incluso en el caso de que no funcione, los beneficios están ahí. Así que siempre ganamos.
Rest, Play, Grow: Making Sense of Preschoolers (Or Anyone Who Acts Like One)
Tears Heal: How to listen to our children