Cuando llevamos a nuestros hijos a un control pediátrico, lo auscultan, lo exploran, le revisan los oídos, los ojos… pero, ¿qué hace el pediatra para revisarlo “por dentro”?
Por poner un ejemplo, en tres años que tiene mi hija mayor nunca le han realizado ni una sola ecografía en un control rutinario.
Las ecografías son más útiles en pediatría que en la medicina de adultos, sin embargo se realizan muy pocas en las consultas pediátricas, donde los médicos deberían formarse para implementarlas en las revisiones de los niños.
Las ecografías, las mismas que nos realizan cuando estamos embarazas, son inocuas para el bebé en gestación, por lo tanto también en niños.
No emiten radiaciones por lo tanto son muy seguras y además tienen la gran ventaja de que son muy efectivas para diagnosticar muchas enfermedades.
A través de la técnica de ultrasonido pueden verse todos los órganos del cuerpo, excepto los huesos y los órganos que contienen gases como el pulmón o un intestino con gases.
Sabemos que cuanto antes se detectan los problemas de salud, más fácilmente pueden solucionarse evitando secuelas y problemas mayores a futuro.
En el VIII Congreso Internacional de Ecografía Clínica que acaba de celebrarse en Benidorm, los especialistas manifestaron que la ecografía “no está suficientemente implantada en atención infantil, sea en los centros de salud o en los servicios de urgencias, cuando en realidad es tremendamente útil en las exploraciones de los más pequeños».
Como madre es una carencia que me preocupa. Considero que los controles pediátricos son demasiado superficiales, que actualmente no se realiza una valoración médica completa del niño y que con el uso de la ecografía podrían detectarse a tiempo muchos trastornos.
Vía | Consumer En Bebés y más | La Asociación Asturiana de Pediatría de Atención Primaria, solicita mejoras para atender adecuadamente a los niños