Muchas veces los padres somos criticados por nuestra pasividad o dejadez a la hora de ocuparnos de nuestros hijos. No niego que haya casos en que sea con razón, y aunque cada vez hay más parejas que se complementan entre ellas compartiendo actividades y/o repartiéndose tareas, aún queda camino por hacer.
Una de las aristas que nos queda por limar es lo que he escuchado muchas veces en boca de padres procedentes de diferentes condiciones, y es "qué más da, al final se hará lo que ella quiera" y ya no es un tópico de las conversaciones entre hombre, es que en algunos casos no es que no queramos implicarnos,es que no nos dejan.
Las reminiscencias del machismo
En los tiempos de mis padres y aún hoy, se consideraba que el peso mayoritario de la crianza de los hijos recaía sobre la madre y por tanto era ella la que hacía y deshacía a voluntad. Ella era "la que entendía de eso", "la que sabía". ¿Cuántas veces hemos oído eso de "uf, eso mejor se lo pregunta a su madre que es la que entiende".
Esto que mamamos en nuestra tierna infancia nos ha acompañado hasta nuestros días ahí incrustado en lo profundo de nuestro subconsciente. Y ya se sabe que lo que se entierra ahí luego es muy complicado de sacar.
Algunas veces hablando con padres primerizos sobre quien hará esto o lo otro me doy cuenta que muchos roles son asumidos por defecto por la madre. Si se dejan tal cual, serán asumidos por ella la mayor parte del tiempo, pero si preguntas que si lo han decidido así o si es parte de un reparto dirán que no, que la verdad ni siquiera se han parado a pensar o a discutirlo, es decir, "ella asume que le va a tocar hacerlo".
Pongo por ejemplo el caso de que se ponga enfermo el niño y alguien tenga que quedarse a cuidarlo. ¿Cuántos hombres piden el día libre para cuidar de su hijo enfermo? Si, ahí nos queda camino por recorrer y mucho.
¿Feminismo?
Sin embargo hay situaciones que son consideradas como "pequeños feudos" femeninos, cotos privados en los que se nos deja entrar si, pero lo de tener voz y voto ya es otro cantar. Les pongo un ejemplo:
Un día normal de compras para el bebé; ella pregunta ¿cuál te gusta más, este modelo A o el modelo B? De momento, así a primera vista, la elección está cerrada (A ó B) y para lo segundo da lo mismo lo que vayas a responder pues en la mayoría de los casos la elección está tomada y no era más que mera "cortesía de pareja". Otros casos pueden ser la compra de muebles y del resto de intendencia de un bebé.
Todas estas situaciones tienen algo en común, y es que han sido siempre territorio exclusivamente femenino. Supongo que a todos nos cuesta ceder terreno.
Deja, que ya lo hago yo
Cuántas veces le habéis dicho eso a vuestra pareja cuando le veis titubear, o que va a tardar tres cuartos de hora para cambiar al niño, o que es el tercer conjunto de ropa que trae completamente desparejado o desconjuntado o como lo llaméis.
Es cierto, algunos somos un poco torpes y otros simplemente no podemos aprender en 10 minutos lo que lleváis meses haciendo. Pero terminaremos aprendiendo, eso seguro, porque queremos hacerlo, queremos ser parte de todo y no solo sacar a los niños en bici los fines de semana.
Y habrá casos difíciles, pero si lo cargáis a vuestras espaldas nadie sale beneficiado, a veces es necesario que se nos empuje al ruedo y hacer la faena entre dos.
Y tened presente que no es que no quiera implicarme, es que no me dejas.
Y vosotras, ¿os habéis sentido identificadas con alguna situación? ¿Seguro que te ha tocado el papá vago?
Foto | Time Captured en Flickr En Bebés y más | Repartición de tareas cuando es el papá el que cuida a los hijos, La implicación de los papás es clave en el desarrollo de los niños