No hace mucho hablábamos de Cleopatra Stratan, una niña rumana que con tan sólo 4 años se ha convertido en toda una celebridad dentro del mundo de la canción. También podríamos mencionar algunos casos más a lo largo de la historia sobre varios niños prodigio, en algunos casos su futuro se ha truncado y sus vidas parecen encontrarse vacías, la razón es sencilla, han perdido su infancia y en la mayoría de ocasiones por la ambición de sus padres.
Las fortunas económicas que se pueden ganar con estos niños son una de las principales inquietudes de los padres que parecen olvidar que los niños son eso, niños, y éstos necesitan vivir su infancia. A la avaricia de los padres se suma un mundo entero, el de las empresas discográficas, el mundo del cine, etc. Mientras el niño es niño y proporciona lo que el público quiere, se sigue exprimiendo el talento que presente, cuando el niño comience a crecer, en muchos casos ya no será rentable y finalmente olvidado. ¿Deben los niños mostrar los talentos artísticos?, debería existir una ley que regulara la explotación del talento artístico de los niños por parte de los padres y de los diversos medios que se nutren de él, también sería interesante realizar un seguimiento psicológico que mostrara periódicamente cómo le influyen los acontecimientos a los pequeños.
Los psicólogos advierten sobre los peligros que se encierran para estos niños que pierden la infancia pasando a una rápida madurez sin una sólida base y construida en un mundo un tanto irreal que se puede desplomar como un castillo de naipes cuando desaparece el talento.
El éxito no compensa para estos niños en la mayoría de casos, hay mucho que valorar antes de dar el salto a la fama, ¿no crees?
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