El picoteo fuera de hora de los pequeños

El picoteo fuera de hora de los pequeños
3 comentarios

Es difícil que los niños pequeños, con el consumo de energía constante que tienen a lo largo del día, se las arreglen con cuatro comidas al día.

El picoteo fuera de hora de los pequeños no es una transgresión a comer a horario, sino una necesidad.

En comparación con los adultos, necesitan muchas calorías en relación con su tamaño y sus pequeños estómagos. No son capaces de contener demasiada reserva de comida como para tener energía para sobrellevar demasiadas horas de actividad.

A nadie le gusta pasar hambre. Nos ponemos de malhumor e irritables. Los niños también, e incluso más. Además, si a un niño se le hace esperar la comida durante demasiado tiempo su nivel de azúcar puede disminuir dejándolo sin energía.

He notado que mis dos hijas piden comer a todas horas, especialmente estos días de verano que entre la piscina, los juegos al aire libre y los paseos en bicicleta desgastan muchas energías diarias. En lugar de prohibirles comer cuando tienen hambre porque “falta poco para la comida” les preparo bocados nutritivos fuera de hora.

En vez de pretender que ellas aguanten el hambre hasta la hora de comer e decidido prepararles más comidas entre horas y hacer platos más frugales para la hora de comer y de cenar. Recordemos además que en verano, el calor hace disminuir el apetito y apetecen comidas más frescas.

Es un error creer que el picoteo fuera de hora fomenta la obesidad infantil si los bocados son nutritivos y saludables. El problema es si además de hacer las cuatro comidas abundantes con platos repletos de calorías, a media mañana y a media tarde se le ofrece un tentempié con alto contenido en azúcares y grasas saturadas. Y encima no se estimula la práctica de ejercicio. Eso es promover malos hábitos.

Pero si se le ofrece una minicomida atractiva y nutritiva como una fruta, unos trozos de queso o un bocadillo estarán reponiendo energías de forma saludable.

Foto | MiikaS en Flickr
En Bebés y más | Alimentación complementaria: ¿Qué pasaría si les dejáramos comer a ellos?

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Comentarios cerrados
    • ¡Hola Lola! Tu post de hoy me parece muy interesante, ya que en verano los niños cambian sus horarios y también sus hábitos alimenticios. Que si casales, campus de verano, más tiempo libre, la playa, excursiones periódicas, etc. Y, claro, esto repercute en la alimentación, sobre lo que deberíamos tener especial consideración porque es uno de los pilares en cuanto a vida saludable se refiere. Mucho se habla sobre lo malo que es picar a todas horas, pero como bien comentas (y sino válganos la experiencia personal y nuestros tiempos de infancia como ejemplo), el desgaste de los niños suele ir acompañado de un mayor apetito. Más que preocuparnos por prohibirles el picoteo fuera de las cuatro comidas diarias, que puede convertirse en una auténtica lucha de titanes, creo que es más interesante prestar atención a qué podemos ofrecerles para saciar su apetito hasta la hora de la comida. Podemos echar mano de la imaginación para promover buenos hábitos, como que se acostumbren desde pequeños a comer frutas y verduras, tomar productos lácteos y que se den cuenta de la importancia de una buena hidratación (sobre todo en pleno verano y bajo los rayos del sol). Veo en tu post que propones ‘minicomidas’ atractivas y nutritivas como unos trozos de queso, bocadillos y fruta. Me gustaría añadir que en una dieta sana también contamos con los yogures y las leches fermentadas, pues ayudan al normal funcionamiento de nuestro sistema inmunitario.

      Lola, ¡muchas gracias por compartir en la red tu experiencia!

      María

    • El picoteo está mal visto porque lo asociamos al que solemos hacer los adultos, pero como se dice en el artículo, si el picoteo es nutritivo puede ser un complemento de nuestra dieta... y más ahora en verano, que el apetito se resiente.

      Un saludo, Mainada

      http://www.miexperienciaenmainada.com

    • Deberíamos acordarnos más de aquello de que "no comer por haber comido" tampoco es nada grave... la cuestión es hacer de ese picoteo algo sano. Hace poco al peque le vieron acetona y lo primero que me preguntó su pediatra es si pasaba demasiado tiempo sin comer... cuando los niños asimilan grasa en lugar de azúcar ingerida suele ser por pasar demasiado tiempo sin tomar alimentos, cae su azúcar en sangre, les dan bajadas de glucosa y pueden tener algo de cuerpos cetónico en su orina. Yo creo, como mamá, que precisamente ahora en verano que no paran de moverse, que sudan y no paran casi ni para comer, lo mejor son las pequeñas comidas a lo largo del día, ya tendrán tiempo de horarios rígidos cuando llegue el frío y la rutina diaria...

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