Los niños no paran, ya puede hacer frío o calor, que tienen una energía tal que parece que no pueden estar quietos. Muchos incluso hacen algún deporte (además de no parar en el parque, en casa o en la calle), por lo que hay que ir dándoles líquido para que se vayan hidratando de vez en cuando.
Lo más lógico hasta la fecha era darles agua y algo de comer, para que con el agua recibieran ese líquido perdido y con lo que comieran recuperaran sales, vitaminas y tomaran algo de glucosa, que aporta energía. Cuando no se puede comer, pues se les da un poco de agua y “arreando”.
Pues bien, investigadores de la Universidad McMaster, en Canadá, afirman que los niños que practican deporte deberían rehidratarse con leche porque al ser una fuente de proteínas, carbohidratos y calcio es mejor que las bebidas isotónicas o el agua.
Brian Timmons, director del Child Health and Exercise Medicine Program e investigador principal del estudio, dice lo siguiente al respecto:
Los niños empiezan a deshidratarse durante el ejercicio y es importante que tengan suficientes fluidos, especialmente antes de empezar el segundo tiempo de un partido. La leche es mejor que otras bebidas isotónicas y que el agua, porque es una fuente de proteínas, carbohidratos, calcio y electrólitos.
Según explica, la leche ayuda a reemplazar el sodio perdido por el sudor y ayuda al cuerpo a conservar los fluidos en el cuerpo. Además, al contener proteínas, el cuerpo puede hacer uso de ellas para ayudar a desarrollar los músculos, algo que no sucede con otras bebidas.
No sé qué opináis al respecto, pero a mí la leche me parece de digestión un poco pesada, como para dársela a niños que van a ponerse a correr y hacer deporte.
Yo siempre he sido niño de marearme en el coche, así que siempre trataba de comer algo ligerito antes de viajar. Cuando bebía leche, el dolor de barriga no me lo quitaba nadie y el malestar era mayor que cuando no bebía.
Por alguna extraña razón, quizás porque la leche es de color blanco, o quizás porque la leche materna se digiere de maravilla, la gente suele pensar que la leche es un alimento suave que protege nuestro estómago. Sin embargo, ya digo, no es la panacea en este sentido y considero que podría ser arriesgado provocar una digestión pesada a niños que tienen que hacer un esfuerzo importante (si como dice van a jugar la segunda parte).
Diferente sería darla al finalizar el partido o el esfuerzo. Quizás ahí sí sea cierto que la leche aporta más que el agua o las bebidas isotónicas a la hora de hidratar.
Vía | 20 minutos
Foto | ishaip en Flickr
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