Existen muchos productos cosméticos al alcance de la mano en cualquier supermercado, específicos para bebés: colonias, cremas, champús, cremas... Pero, ¿realmente sabemos lo que contienen? ¿Cómo estar seguros de que no van a afectar a la delicada piel del bebé?
Estos productos suelen contener agentes químicos que pueden provocar alergias, erupciones cutáneas, granitos, sequedad... Por ello, hay que recordar que la piel del bebé tiene sus propias "defensas" y que si la llenamos con sustancias externas podemos estar dañándola. Porque muchos de esos productos específicos para bebés contienen casi tantas sustancias irritantes como los de los adultos.
Incluso un baño excesivo sin utilizar jabones o champús puede irritar la piel del bebé que estaba sana y resecarla, de modo que si a eso le añadimos productos no específicos y no naturales, el proceso puede acrecentarse. Las lociones, champús y talcos tienen riesgos para el bebé. De hecho, y volveremos sobre ello más abajo, los polvos de talco no son recomendables.
Además, si nos paramos a pensar, ¿por qué utilizar champú en un bebé que no tiene pelo apenas? No tiene sentido, podemos usar el mismo jabón neutro que para el resto del cuerpo.
Por ello hemos de optar por productos naturales, sin agentes químicos y aun así, probarlo con poca cantidad y en un pequeño trozo de la piel del bebé antes de aplicarlo generosamente (léase aceites o cremas hidratantes...) y no hacerlo si realmente vemos que la piel del bebé está bien. Hay muchos componentes que debemos evitar en los bebés, comprueba que no lo tiene el producto que vas a comprar o a usar.
Si nos da la impresión de que su piel está seca, lo más recomendable es un aceite específico natural (y aplicarla con un suave pasaje) y para los productos de baño podemos optar también por jabones neutros y sin olor para el recién nacido.
Una vez el bebé va creciendo y su piel se va "endureciendo", acostumbrada a estar al aire libre, podemos probar productos menos neutros, pero seguimos recordando que es necesario revisar los componentes y huir de los químicos, aunque no sea fácil encontrar algo que no los contenga en su composición.
Respecto a las colonias para bebés, aunque son suaves, es mejor no aplicarlas directamente sobre su piel sino mejor en la ropa, de este modo no altera el ph de la dermis. De todos modos, ¿hay algo que huela mejor que un recién nacido, sin aditivos? Parece ser que ese aroma resulta tan adictivo como la droga...
En lo que se refiere a las cremas de protección solar, recuerda que para los bebés pequeños son más recomendables las de filtro físico (no las de filtro químico) ya que son más respetuosas con la piel. Pero existen otros modos de proteger al bebé si ves que la crema no le sienta bien a su piel, como las barreras físicas (sombrillas, gorras, ropa...) y, en cualquier caso, evita el sol más fuerte y directo en las horas centrales del día.
La zona del pañal sí necesita protección
Eso sí, el bebé huele a gloria cuando no hay caquitas de por medio. Y llegamos en este punto a otro producto específico para bebés y que sí resulta de utilidad siempre que se aplique bien y encontramos aquel que le vaya bien al pequeño: las cremas protectoras para la zona del pañal.
Porque los excrementos resultan muy irritantes y con la humedad en exceso existe un alto riesgo de que el culito del bebé enrojezca, le salgan granitos e incluso haya dermatitis del pañal... Para evitarlo, existen cremas protectoras adecuadas para aislar la piel del contacto con las heces y evitar de ese modo que la piel sufra.
Recuerda que para este fin ya no se utilizan los polvos de talco, que no son adecuados para el bebé, ya que según han demostrado las investigaciones resecan en exceso la piel del bebé, impidiéndole respirar por los poros, y puede provocar también problemas en caso de inhalación o ingesta accidental.
Otras cosas que podemos hacer para evitar irritaciones es cambiar el pañal del bebé con cierta frecuencia y siempre que haya caca. Usa toallitas húmedas desechables para bebés (aunque algunos estudios señalan que pueden implicar riesgos) para limpiar la zona, por lo que tal vez sea mejor usarlas solo fuera de casa).
Si no quieres renunciar a las toallitas, recuerda que las mejores son las que no tienen perfume y contienen emolientes como aloe, manzanilla... Otra opción en casa es utilizar una gasa humedecida simplemente con agua para limpiar la zona, incidiendo en los pliegues. Y el culito al aire siempre que se pueda.
En definitiva, a la hora de hablar de productos cosméticos para la piel del bebé, recomendamos los imprescindibles, sobre todo cuando aún son muy pequeños. Realmente pocos son necesarios y lo que hacemos es proteger la piel del bebé, muy delicada aún. Ya habrá tiempo de echarse "potingues" cuando crezcan...
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