Qué tener en cuenta para encontrar la bañera-cambiador perfecta

Qué tener en cuenta para encontrar la bañera-cambiador perfecta
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Hace unas semanas comentábamos que es necesario comprar el cambiador con cabeza. Creemos que esa máxima se debería aplicar al cambiador, y cualquier otro mueble o artilugio que necesitemos cuando llegan hijos a casa. Por eso, si habéis decidido que la bañera-cambiador es la mejor opción, aquí van unos cuantos puntos a tener en cuenta antes de decidirnos por la compra de uno u otro modelo de bañera-cambiador.

¿Me conviene más una bañera plegable o fija? ¿Cuál es el mejor sitio para colocarla? Tomando en consideración estos y otros muchos puntos, será más difícil que tengamos que volver a la tienda a hacer algún cambio o que nos arrepintamos de la compra que hemos hecho. Además, pronto veremos cómo es sencillo alargar la vida útil del cambiador. Éstos son los consejos a tener en cuenta:

  • Dónde colocamos la bañera-cambiador. Como bañera, lógicamente lo mejor es colocarla en el cuarto de baño. Por comodidad, porque la tenemos que llenar de agua y lo mejor es hacerlo desde la propia bañera grande gracias al teléfono de la ducha y no andar con cubos de agua hacia otro lugar de la casa.

  • Una vez situados en el baño, hemos de colocar la bañera-cambiador en el lugar más apropiado. Esta premisa no se puede llevar a cabo en muchos casos por la sencilla razón de que el baño es tan pequeño que sólo cabe aquí o aquí. Pero la bañera cambiador puede situarse dentro de la bañera, con unos modelos de patas ajustables para adaptarse a las medidas de la bañera grande (deben ser soportes antideslizantes). O también en el suelo.

  • Cuánto espacio podemos ocupar. Tomemos medidas del baño y tengamos en cuenta que las bañeras-cambiador nos van a ocupar unos 80x50 centímetros mínimo. Coloquemos unas cintas con las medidas en el suelo y comprobemos que podemos colocarnos y movernos junto a la bañera para cuando la usemos para el bebé.

  • Aprovechar el espacio del bidé. El bidé es el mueble de baño del que podemos prescindir para acoplar la bañera-cambiador aprovechando el espaco al máximo. Si decidimos esta práctica opción, hemos de tomar medidas de la altura del bidé, pues los cambiadores suelen llevar bandejas inferiores que podrían ser incompatibles con el bidé.

  • ¿Cuántas bandejas inferiores necesito? Si tenemos espacio, es bueno tener varias bandejas que nos permitirán colocar y ordenar desde los pañales a los zapatos o las toallas y los productos de baño. Si vamos a colocar el cambiador sobre el bidé, las bandejas se reducen a una. Un cambiador como el de la foto inferior no nos serviría. Como acabamos de decir, el compartimento ha de situarse por encima de la altura del bebé. Hay algunos cambiadores cuya bandeja inferior se sostiene por una redecilla flexible, por lo que si la diferencia de centímetros es poca, estos modelos también nos servirán.

Banera Cambiador
  • La densidad de la superficie cambiadora. El cambiador vamos a usarlo mucho más tiempo que la bañera. Por eso, hemos de buscar un mueble que tenga una buena superficie, equilibrada entre lo firme y lo cómoda. Las bases suelen ser de gomaespuma. Es preferible que ésta sea bastante densa, ya que poco a poco va cediendo y ablandándose. Una superficie demasiado blanda desde el principio puede acabar deformándose.

  • Que el cambiador tenga laterales ligeramente elevados. Aunque no hemos de dejar a los bebés solos en ningún momento sobre el cambiador, cuando éstos ya se mueven mucho viene bien que haya cierta "protección pasiva" gracias a que la superficie no es totalmente plana. Hay algunos cambiadores que incorporan unos rulos elevados como complemento en los laterales, aunque en mi opinión pueden dificultar las maniobras de los papis desde arriba.

  • Compartimentos accesorios. En los laterales de la bañera suele haber dos o tres compartimentos rígidos o flexibles (de tela o de rejilla) que son muy prácticos para poner complementos del baño del bebé y de su higiene diaria: esponja, cepillo, jabón, loción corporal, cremas protectoras...

  • Que tenga un sistema de seguridad para evitar que la abran los niños fácilmente cuando ya alcanzan desde el suelo.

  • Si el cambiador tiene ruedas, que lleve un sistema "de freno" o antideslizamiento en éstas.

  • Que tenga un tubo de desagüe. La mayoría de bañeras-cambiador incorporan este tubito que llevamos hasta el bidé o la bañera (o está colocado directamente ahí si es que la bañera está sobre ellos) para que salga el agua. Si no tenemos el bidé o la bañera cerca, habrá que colocar un cubo o barreño que recoja el agua para después tirarla nosotros. Sino lleva desagüe, hay que vaciarla por arriba levantándola al peso hasta el lugar donde echar el agua.

  • Que el cubículo de la bañera no esté pegado inmóvil a la estructura. Así podremos inclinarla más fácilmente para acabar de vaciarla de agua en el caso de que lleve tubo de desagüe o cogerla y vaciarla en la bañera grande si no lleva desagüe.

¿Bañera cambiador plegable o fija?

He dejado este apartado para comentarlo más ampliamente, porque es una de las preguntas que primero nos harán en la tienda a la que vayamos para comprar nuestra bañera-cambiador. ¿La queremos plegable o fija? A primera vista, parece que la plegable va a suponer mayor comodidad, porque la "guardamos" en poco espacio. Pero, ¿realmente vamos a guardar el mueble? ¿Cuándo?

En mi opinión las bañeras cambiadores plegables no suponen ninguna ventaja. Si nuestra intención es usar el mueble como cambiador, estaremos plegando y desplegando cada dos por tres, muchas veces al día, y recolocando la cubeta de la bañera donde no moleste. No creo que nadie vaya plegando y desplegando el mueble 10 veces al día. Si el problema es de espacio, hay otras soluciones más prácticas antes de decantarnos por la bañera cambiador.

Por eso creo que son más prácticas las fijas, creadas para estar fijas, me ofrecen más estabilidad. Si no la vamos a usar como cambiador, pues no compremos un cambiador bañera, coloquemos el cambiador en otro sitio o sencillamente cambiemos al bebé aprovechando otras superficies.

Además, otro inconveniente de las plegables a tener muy en cuenta es que al tener las patas en tijera son incompatibles con el bidé si es que tenemos que aprovechar ese espacio.

Por otro lado, a la hora de retirar la bañera cambiador, después de haberla utilizado durante años (y no hablemos ya si hay más de un hijo en casa), que sea plegable o no poco va a importarnos, ya que acabará en el trastero, o cuando no la herede alguien para el mismo uso o directamente esté tan gastada que haya que deshacerse de ella.

Esperamos que estos consejos para comprar la bañera-cambiador perfecta, o al menos la que mejor se adecúa a vuestras necesidades, os hayan resultado de utilidad.

En Bebés y más | El paso a la bañera de mayores, Comprar el cambiador con cabeza, Un cambiador multiusos

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