Hace unos días os hablaba del reflejo de Moro o de sobresalto, que ocurre cuando el bebé siente que pierde el apoyo, desde que nace hasta aproximadamente los cuatro meses. ¿Cómo podemos sostener al bebé para que no se sobresalte?
Porque aunque comprobar que este reflejo existe es importante para confirmar el correcto desarrollo del bebé, no conviene darle esos "sustos" a menudo. Para ello, hay que sostener al bebé suavemente, sin cambios bruscos de posición. Es sencillo, veamos unos consejos.
Proporciona siempre un buen apoyo para la cabeza y hombros del bebé. recuerda que su cabecita pesa mucho en comparación al resto del cuerpo y su musculatura no puede sostenerla.
Hemos de rodear su cabeza y hombros (con el antebrazo, en el regazo...) manteniéndolos hacia delante.
Podemos tocar al bebé firmemente durante unos segundos, sin movernos, que nos vea venir y después de unos segundos iniciar el movimiento.
Al coger al bebé en brazos desde el lugar donde está descansando o dormido y al dejarlo hay que hacerlo lentamente y con suavidad, cuidando que la cabeza no quede sin apoyo.
Otros momentos "conflictivos" para el apoyo del bebé en el que hemos de procurar que se sientan seguros son el cambio de pañal, cuando los vestimos o el momento del baño.
Hay que evitar estirar de los brazos o piernas del bebé para desplazarlo. Se puede hacer como "ejercicio", como juego, para ayudar al cambio de pañal... pero no para moverlo de un sitio a otro porque la cabeza y espalda pierden el apoyo.
Cuando son tan pequeños hay que evitar movimientos bruscos como saltar con él, porque se asustará. Las sacudidas pueden causarle graves daños.
Siguiendo estos consejos para sostener al bebé de modo que no se sobresalte los pequeños se sentirán más seguros e identificarán nuestros brazos como un lugar perfecto para evitar peligros. Y lo que nos gusta a nosotros acunarlos...
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