Fomentar la autonomía de nuestros hijos desde que son pequeños es clave para que vayan aprendiendo a hacer cosas por sí mismos, y se conviertan en niños independientes, con autoconfianza y seguridad en sí mismos.
Pero además, cuando nuestros hijos adquieren responsabilidades dentro de la familia, el clima en el hogar mejora notablemente, reduciéndose a menudo las prisas, el estrés y las luchas de poder.
Si con la vuelta al cole vuestras mañanas se han convertido en una carrera a contrarreloj, o si tienes que repetir cien veces las cosas para que tus hijos las hagan y para colmo siempre acaban olvidando algo, te compartimos una tabla de rutinas muy visual y práctica para afrontar la vuelta al cole sin estrés.
Rutinas claras y adaptadas a cada niño
Esta tabla de rutinas que os compartimos como ejemplo está especialmente enfocada para reforzar los hábitos de mañana, tarde y noche de niños de 6 y 8 años. Es importante que adaptéis la tabla a vuestras necesidades familiares, siempre teniendo en cuenta la edad del niño y sus habilidades.
Así por ejemplo, si crees que tus hijos tienen bien interiorizadas las rutinas de tarde y noche, pero fallan en las mañanas, simplemente tendrás que reforzar esos hábitos. Asimismo, puede ser necesario en tu caso agregar rutinas que no están aquí contempladas o bien suprimir otras.
Las rutinas que nosotros hemos registrado en esta tabla son las siguientes:
Rutinas de mañana
- Despertarse y levantarse de la cama.
- Desayunar.
- Asearse. Dependiendo de la edad del niño y de lo autónomo que sea en sus tareas de aseo, podría ser necesario dividir esta actividad en varias tareas más pequeñas, como por ejemplo "Me lavo la cara, las manos, los dientes, me peino, me echo colonia..."
- Vestirse.
- Hacer la cama y ordenar la habitación. Los niños deberían empezar a responsabilizarse de esta tarea a partir de los 4 o 5 años)
- Preparar el almuerzo para el cole y guardarlo en la mochila. Si se trata de niños pequeños, aunque sean los padres quienes preparan el almuerzo es recomendable que al menos sean ellos quienes lo guarden en su mochila. Los niños mayores pueden prepararse ellos mismos la merienda del recreo con ayuda de menú de propuestas saludables.
- Me pongo los zapatos / abrigo / complementos. Facilitaremos la tardea del calzado a los niños más pequeños con zapatos que no lleven cordones ni cierres difíciles. A medida que vayan creciendo y desarrollando su motricidad fina, podemos enseñarles a atarse los cordones. Además de los zapatos, cuando sea necesario deberán ponerse también el abrigo, chubasquero, guantes y bufanda, coger el paraguas, gorra para el sol...
Rutinas de tarde
Las rutinas de tarde son las que más suelen variar de una familia a otra, pues van a depender sobre todo de la edad del niño, si tiene o no actividades extraescolares, si habitualmente tiene que hacer deberes...
También el orden de las rutinas puede cambiar. Así, algunos padres deciden llevar a sus hijos al parque después del cole para que merienden y jueguen un ratito, mientras que otros prefieren que hagan primero sus deberes o estudien y después jueguen.
En cualquier caso, es importante que el niño vaya asumiendo sus rutinas escolares y aprenda a gestionar por sí mismo sus deberes sin ayuda de los padres, estudie cuando toque hacerlo, haga un buen uso de su agenda escolar e informe de cualquier recado, tutoría o compra de material que necesite.
Y por supuesto, jamás debe faltar en nuestra tabla un tiempo dedicado al juego libre.
Rutinas de noche
Así como las rutinas de tarde pueden variar notablemente, las de noche suelen muy similares en todos los hogares, especialmente si queremos favorecer el correcto descanso de nuestros hijos con hábitos saludables que induzcan a un sueño reparador.
- Ducharse.
- Ponerse el pijama.
- Cenar y ayudar a recoger la cocina.
- Lavarse los dientes.
- Preparar la mochila para el día siguiente, asegurándose de haber guardado todo lo necesario para el cole.
- Preparar la ropa para el día siguiente. Es importante fomentar también la autonomía de los niños en este área, permitiéndoles escoger su ropa. En el caso de los más pequeños, pueden hacerlo dentro de las opciones que les demos, y enseñarles a colocar las prendas siguiendo el esquema corporal. De esta forma, les será mucho más sencillo vestirse solitos por la mañana.
- Leer un cuento, hacer meditación o ejercicios de respiración para relajarse y dormir.
Cómo poner en práctica la tabla de rutinas
Es importante aclarar que no podemos pretender que un niño que está falto de rutinas comience a seguirlas de un día para otro simplemente porque se las escribamos en una tabla. Los padres debemos ser pacientes, enseñarles poco a poco y demostrar que confiamos en ellos y en sus capacidades.
Dicho esto, vamos a comenzar explicando a nuestro hijo en qué consiste una tabla de rutinas y por qué creemos que es la mejor solución para evitar las prisas y fomentar su sentido de la responsabilidad.
Es muy recomendable que el niño participe en la elaboración de la tabla de rutinas que deberá seguir a partir de ahora. Está demostrado que si en lugar de dar órdenes involucramos a los niños, les pedimos su opinión y valoramos su participación, reforzarán su sentido de pertenencia y sus ganas de colaborar. Así pues, podemos plantear la elaboración de la tabla como una manualidad para hacer en familia en donde los peques tengan un papel activo (por ejemplo, pueden dibujar los pictogramas, colorear, pegar pegatinas...).
Una vez que tengamos lista la tabla podemos hacer varias copias y colocarlas en distintos puntos de la casa, para que el niño la pueda consultar siempre que lo necesite. Recomendamos plastificarla para que el uso diario no la deteriore.
Una buena idea es crear un sistema que permita al niño tapar cada tarea que vaya haciendo (no tienen por qué hacerse de forma consecutiva). De esta forma, le será más sencillo saber qué tareas ha realizado y cuáles le quedan aún pendientes.
Foto de portada |Bebés y Más