Las marionetas de dedos son un complemento ideal para los cuentos que les narramos a los más pequeños. De esos cuentos inventados o improvisados para los que no contamos con libro en el que ellos puedan disfrutar de las ilustraciones al mismo tiempo que escuchan la historia.
Es más, diría que son un complemento perfecto para llevar encima y sacar frente a cualquier situación "de emergencia" en la que los niños se aburren. Aparte de estimular su imaginación y sus sentidos, logramos esas estupendas sonrisas ante cosas que los mayores vemos tan simples...
Además, cuando van creciendo ellos mismos gustarán de jugar con las mini-marionetas y crear sus propias historias. ¿Y de dónde sacamos estas marionetas? Pues algunos cuentos-teatro ya las llevan incorporadas, y también en ciertos establecimientos se pueden encontrar a la venta.
Sin embargo, podemos encontrar una solución casera, colorida e ingeniosa que no será tan vistosa como las marionetas de profesionales, pero que puede que incluso a los niños les gusten más, por ejemplo, porque las hemos creado con su ayuda y sus recomendaciones. Además, disfrutaremos de un momento especial y afectivo en familia, activando el ingenio y la creatividad los pequeños, ¡y la nuestra!
Los tubos de los rollos de papel de cocina o higiénico son ideales para colorear y adornar con lana, o pegatinas... Se le puede añadir un palito para que resulte más fácil manejarlos. También los pequeños calcetines de bebé sirven para coserles ojitos, pelo, boca... y crear nuevos personajes al estilo de cada uno.
Ésa es la estupenda magia de la mirada de los niños. Que ven en un rollo de papel higiénico un verdadero rey, o en un calcetín al malvado dragón.
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