Fomentar la autonomía de nuestros hijos desde que son pequeños es clave para que vayan aprendiendo a hacer cosas por sí mismos, y se conviertan en niños con autoconfianza e independientes.
La filosofía Montessori destaca este rasgo en la educación de los niños, considera que promover la autonomía en los niños es primordial para que puedan crecer como personas felices. Si hacemos todo por ellos no les permitimos crecer, en cambio realizando pequeños "trabajos", siempre de acuerdo a su etapa de desarrollo, van adquiriendo pequeñas responsabilidades que ya son capaces de asumir, reforzando así su autoestima.
Tabla de tareas inspirada en Montessori
Hace un tiempo compartimos una tabla con las tareas que puede realizar un niño a cada edad inspirada en la filosofía Montessori. Evidentemente es de otra época y no implica que los niños tengan que hacer todas esas tareas. Es simplemente una guía del tipo de tareas que podrían realizar los niños al llegar a determinada edad. Sin embargo, ahí vemos tareas que nadie pretende que hagan sus hijos como limpiar el polvo de los zócalos con dos o tres años, ¿verdad?
Por eso, os traemos algunas tareas inspiradas en esta tabla, que resulten divertidas para los más pequeños. Si realizan "trabajos" que les motiven, los harán con gusto y se sentirán bien de poder colaborar en casa. Siempre guiándolos, pero sin dirigir. No se trata de obligarlos, ni por supuesto forzarlos a que hagan todas las tareas, sino promover en ellos la autonomía con tareas cotidianas que pueden resultarles entretenidas.
Tareas divertidas para fomentar al autonomía de los niños
A los 2-3 años
Recoger los juguetes: puede ser divertido si se lo proponemos como un juego. Por ejemplo, podéis usar un reloj de arena o un cronómetro y estipular un tiempo para recoger los juguetes. Es importante para esto tener una zona de almacenaje organizada para que el niño sepa qué juguete colocar en cada sitio.
Poner la ropa a lavar: podemos enseñarles que si algo se ha manchado, ese pantalón o esa camiseta no se guardan en el armario, sino que se colocan en un cesto de ropa para lavar.
Ayudar a poner la mesa: siempre de acuerdo a su edad, puede colaborar llevando los individuales, la sal o las servilletas, cosas que no impliquen ningún riesgo pero que le hagan sentir partícipe del momento.
Tirar las cosas a la basura: les empezamos a enseñar a clasificar los distintos tipos de basura en casa. El papel va en un contenedor, los envases en otro y los orgánicos en un cubo especial. Es muy divertido para ellos el juego de la clasificación y una vez que lo aprenden, lo siguen a rajatabla.
A los 4-5 años
Alimentar a las mascotas: si tenéis una mascota en casa, es positivo para ellos ser partícipes de sus cuidados, incluida la alimentación. Procurad siempre que sea seguro para el niño.
Recoger las hojas secas del jardín: si tenéis jardín en casa, un plan súper divertido en el que los niños pueden colaborar es a retirar las hojas secas que caen de los árboles cuando llega el otoño. Además, el contacto con la naturaleza es muy positivo para los pequeños, pueden clasificar las hojas por formas y colores y utilizarlas para hacer manualidades. Podéis incluso dejar un sector del jardín donde no se recojan para que los niños puedan jugar.
Vestirse solos: a esta edad ya cuentan con las habilidades básicas para vestirse solos. Es divertido si los motivamos cada día a elegir su ropa, incluso pueden hacerlo con juegos, con adivinanzas o siguiendo un orden (primero los calcetines y la ropa interior, luego la camiseta, etc.)
Pasar un trapo a la mesa: después de recoger la mesa, el peque puede ser el encargado de la limpieza final pasando un trapo.
Buscar productos en el súper: cuando vayas a hacer la compra con tu hijo, hazlo partícipe de la compra. Pídele que coloque tres manzanas en una bolsa o que busque su queso favorito, por poner un ejemplo.
Poner la compra en la cinta del súper: lo que más les gusta de hacer la compra, colocar los productos en la cinta transportadora. Ellos pueden ayudar con las cosas más livianas.
A los 6-7 años
Regar las plantas: a los niños les encanta la naturaleza y si tenéis plantas en casa seguro que habrá que echarles agua de vez en cuando.
Recoger su habitación: cinco minutos al día es suficiente para el "juego" de recoger su habitación. Es su espacio y es importante que aprendan a tenerlo limpio y ordenado.
Estirar la cama: es una buena costumbre que al levantarse hagan mínimamente su cama estirando un poco las sábanas y acomodando la almohada. Es un sencillo gesto que no les llevará apenas tiempo.
Cocinar juntos: para los niños es un plan genial cocinar con papá y mamá, además de los beneficios que tiene para ellos hacerlo (una mejor alimentación, creatividad, pasar tiempo juntos, etc.), así que ¡todos a la cocina!
Separar la ropa de la colada: clasificar entre ropa blanca y ropa de color es una tarea entretenida en la que ellos también pueden colaborar.
Colocar y quitar los platos del lavavajillas: en casa es una costumbre desde siempre: se recoge la mesa y cada uno coloca su plato en el lavavajillas. Luego quitar los platos y guardarlos también es entretenido si colaboramos entre todos. Es clave que los platos y los vasos estén a una altura accesible para todos.
Fregar los platos: con un taburete para alcanzar el fregadero con comodidad, a los niños les suele atraer limpiar los platos. De vez en cuando, es algo que pueden hacer.
A partir de los 8 años
Ir a comprar el pan: siempre que viváis en un entorno seguro y la panadería quede cerca, a partir de lo 9 o 10 años (dependiendo de la madurez de cada niño y según vuestro propio criterio, cada niño es diferente), puede ir a por el pan.
Bajar o sacar la basura: siempre que quede cerca del perímetro de casa y sea seguro, pueden llevar la basura clasificada y tirarla en su correspondiente contenedor.
Ayudar en el jardín: los trabajos de jardinería pueden ser muy entretenidos y además aprenden nociones básicas de biología, botánica, ciencia... Si tienes jardín en casa, tu hijo es un aliado para su cuidado.
Aspirar y lavar el coche: de pequeña me divertía mucho limpiar los coches de familiares. Me gustaba verlos brillantes. Siempre me ofrecía a hacerlo, y además recibía recompensa.
Limpiar la casa: no significa ponerlos a fregar toda la casa como rutina, pero pueden colaborar limpiando cristales o pasando una mopa de vez en cuando. Algún día del fin de semana, por ejemplo, cuando hagáis limpieza general en casa, todos colaboran. Poned música y puede incluso convertirse en una divertida rutina familiar.