Seguro que alguna vez has pensado, "¡mi hijo no se concentra!" o "se distrae con facilidad...". ¿Sabías que esta concentración va ligada a la edad (además de a otros factores)?
La concentración se define como la atención sostenida en el tiempo; es decir, la capacidad para atender un estímulo del medio (o tarea) de forma continuada.
Esta concentración va aumentando ligeramente con la edad, y sabemos cuánto tiempo dura la atención en función de la edad de los niños.
En este artículo hablaremos sobre todo esto (la duración de la atención, su evolución con el tiempo...) y además, conoceremos con más detalle en qué consiste esta capacidad y qué factores hacen que los niños tengan más facilidad para prestar atención.
¿Qué es la concentración o atención?
Aunque existen diferentes tipos de concentración, vamos a hablar de la definición genérica del concepto de atención, así como de un tipo concreto de atención: la concentración, que es la que desarrollaremos durante el artículo.
La atención es un proceso básico fundamental para el óptimo desarrollo de otras capacidades cognitivas, como puede ser la memoria o el lenguaje.
Según el psicólogo y profesor emérito de la Universidad de Granada, Pío Tudela, la atención puede definirse como "aquella capacidad que nos permite controlar y orientar nuestra actividad consciente, atendiendo a unos objetivos determinados".
Cuando hablamos de la capacidad para mantener ese foco atencional en una tarea determinada, nos referimos a la concentración (también llamada, atención sostenida).
La atención: genes, ambiente y evolución
Desde que nacemos, y a medida que crecemos, esta capacidad de concentración va aumentando; por eso los niños cada vez son más capaces de mantener la concentración, hasta que llegan a un "tope".
Por otro lado, es importante saber que hay notables diferencias individuales en este sentido; es decir, hay niños que tienen mucha más atención que otros, y esto forma parte de su genética, desarrollo... Pero también es cierto que la atención puede entrenarse y mejorar.
TDAH: cuando existen dificultades atencionales
Pero hay excepciones; los casos de niños y adolescentes con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad), en los cuales existe un importante déficit atencional.
Hablamos de niños con dificultades para mantener la atención (atención sostenida o concentración) y/o focalizarla en un determinado estímulo (atención selectiva). En estos casos, eso sí, también puede potenciarse la atención con un tratamiento psicopedagógico adecuado.
¿Cómo funciona la atención en la infancia?
Cuando los niños son pequeños, la atención que predomina es la involuntaria. Esto quiere decir que los niños se concentran mejor, y durante más tiempo, en actividades que les resultan divertidas, como por ejemplo los juegos.
Es decir, atención se activa casi sin darse cuenta mientras se lo pasan bien (por eso hablamos de una atención involuntaria).
En estos momentos, la atención voluntaria, o sea, aquella dirigida, es residual, lo que se traduce en que es más difícil de activar (les cuesta más esfuerzo). Sobre todo, les cuesta mantener el foco de atención en actividades que les parecen aburridas.
Cuánto dura la concentración en los niños según su edad
Ahora que hemos conocido lo que significa la atención y que hemos diferenciado algunos subtipos de la misma (atención sostenida [concentración] y atención selectiva), vamos a conocer cuánto tiempo dura, más o menos, la atención en cada franja de edad.
Los datos son proporcionados por expertos en el sector, y extraídos del Manual de Psicopatología de Santos, J.L. (2012).
Hablamos de la concentración de los niños, es decir, del tiempo que son capaces de mantener la atención en algún estímulo, o haciendo una determinada tarea (por ejemplo; leer, escuchar en clase, dibujar, escribir, jugar a un juego...).
Edad y tiempo de concentración en niños
|
edad |
tiempo de concentración |
|---|---|
|
1 año |
3 a 5 minutos |
|
2 años |
4 a 10 minutos |
|
3 años |
6 a 15 minutos |
|
4 años |
8 a 20 minutos |
|
5 AÑOS |
10 a 25 minutos |
|
6 AÑOS |
12 a 30 minutos |
|
7 AÑOS |
14 a 35 minutos |
|
8 AÑOS |
16 a 40 minutos |
|
9 AÑOS |
18 a 45 minutos |
|
10 AÑOS O MÁS |
20 a 50 minutos |
Evolución de la atención en función de la edad
Pero, ¿cómo se desarrolla esta atención durante los primeros años de vida?
De 0 a 3 años
Aunque podamos pensar que no, los bebés ya tienen capacidad atencional, aunque esta sea más limitada. Así, son capaces de concentrarse en cosas que les distraigan y les parezcan divertidas.
Eso sí, si otra actividad más atractiva para ellos les llama la atención en ese momento, pierden el interés por la primera cosa rápidamente (por eso es una atención tan inestable). La duración máxima de su atención, como hemos visto, es de tres a cinco minutos en el primer año de vida.
De 2 a 4 años
A estas edades es cuando surge la atención voluntaria, es decir, aquella que ya son capaces de dirigir al estímulo que deseen. De esta forma, existe mayor control atencional, y los niños son capaces de poner atención a las cosas que deben o quieren hacer. A estas edades pueden estar concentrados entre 4 y 20 minutos.
A partir de los 5 años
La atención sostenida o mantenida (la concentración) va aumentando progresivamente con la edad. Esto hace que a partir de los cinco años los niños ya puedan prestar atención mantenida sobre un estímulo, actividad o tema en concreto, durante más tiempo, sobre todo si es de su interés.
Aunque pueden distraerse, cada vez son más capaces de mantener ese foco atencional. En este sentido, a los cinco años ya pueden llegar a estar concentrados durante 10-25 minutos.
Factores que afectan a la atención
¿De qué depende que la atención sea más o menos buena y duradera? Encontramos dos grandes bloques de factores que influyen en la atención:
- Factores externos: tienen que ver con las actividades o estímulos que el niño debe atender.
- Factores internos: relacionados con el estado del organismo.
Ejemplos de factores que influyen en esta mejor o peor concentración en los niños son:
- Nivel de activación fisiológica del niño (tiene que ver con el grado en el que esté activo y despierto; si es un nivel adecuado [sin llegar a la sobreexcitación], la atención es mayor).
- Intereses y expectativas (a mayor interés y expectativa, mejor atención).
- Estados de fatiga o cansancio, estrés, poco sueño o estar bajo los efectos de ciertos fármacos (estas variables pueden reducir notablemente la capacidad atencional).
¿Qué estímulos atienden con mayor facilidad los niños?
Según los estudios disponibles, los estímulos u objetos que más captan la atención de los niños (y también la de los adultos) son aquellos que:
- Son más grandes.
- Se sitúan en la mitad superior izquierda del campo visual del niño (arriba a la izquierda).
- Son de color.
- Son más intensos.
- Se mueven.
- Son complejos (tienen muchos detalles, por ejemplo un cuadro con muchos colores y formas).
- Son más relevantes o prominentes.
- Son salientes o novedosos.
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