Nos encantan los dibujos de nuestros hijos, desde los primeros garabatos hasta posteriores "obras de arte". Pero, ¿sabías que la forma de dibujar personas podría relacionarse con la inteligencia del niño?
La manera en que un niño de cuatro años dibuja a otro, su habilidad para plasmarlo en el papel, es un indicador de inteligencia en el futuro, concretamente a los 14, según un estudio publicado recientemente.
En el último número de Journal Psychological Science científicos del Instituto de Psiquiatría del King’s College London comparan los dibujos hechos por niños a los cuatro años (parejas de gemelos idénticos y no idénticos) y su cociente intelectual diez años después.
Se trata de más de 15.500 niños procedentes del Estudio del Desarrollo Temprano en Gemelos llevado a cabo por el Centro Médico de Investigación. Se concluye que los genes juegan un papel esencial en la relación hallada entre la habilidad temprana para dibujar y los niveles de inteligencia desarrollados más tarde.
Pero, ¿cuáles eran los dibujos que indicaban más inteligencia después? Pues aquellos en los que las figuras parecían más humanas, es decir, aquellos más realistas. Dibujos en los que aparecían más rasgos representados: cabeza, ojos, nariz, boca, orejas, pelo, cuerpo, brazos...
No obstante, se trata de una relación moderada y los autores del estudio señalan que no hay que preocuparse por su inteligencia si los niños dibujan "mal". Tampoco dibujar (o aprender a dibujar) determina la inteligencia, en cuyo desarrollo influyen múltiples factores.
Otro dato interesante aportado por este estudio es que se ha comprobado que los dibujos de los gemelos idénticos eran más parecidos que los de los otros niños. Esto sugiere que la habilidad para dibujar o hacer representaciones tiene un fuerte componente genético. Así que, ya sabes de quién ha heredado tu niño su manera de dibujar...
Con el paso del tiempo aprenden a dibujar de manera más detallada como es lógico, ya que la psicomotricidad se desarrolla, aunque tal vez tengáis un artista como Picasso y siga prefiriendo el arte poco realista... Por otro lado cabe preguntarse, ¿el realismo está reñido con la imaginación? ¿Un niño con una gran imaginación extrema no optará por dibujos poco realistas?
En cualquier caso, resulta interesante que el modo en que los niños dibujan de pequeños se relacione de alguna manera con su inteligencia. Representar al otro es una capacidad exclusivamente humana, pero no os preocupéis si vuestros niños dibujan monigotes más que personas...
Vía | Expansión
Foto | Thinkstock
Más información | Psychological Science
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