La hipotensión o presión arterial baja es habitual en el embarazo debido al aumento de volumen de sangre circulando por las venas, especialmente en el primer trimestre debido a los cambios hormonales que está experimentando el cuerpo. Luego hacia la mitad de la gestación suele estabilizarse, aunque hay mujeres propensas a sufrirla durante todo el embarazo.
Es frecuente que la embarazada sufra una bajada de tensión, que supone mareos, vértigos, taquicardias e incluso desmayos. Además, en verano aumentan las probabilidades debido a que las altas temperaturas pueden provocar que nuestros vasos sanguíneos se ensanchen, generando que la sangre circule con menor fuerza.
¿Qué es la tensión arterial y cuándo es baja?
La presión o tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre al circular por las arterias. Mantenerla dentro de unos niveles adecuados es indispensable para una buena salud cardiovascular. Sin embargo, hay personas propensas a la hipotensión o tensión arterial baja.
Para medir la presión arterial, se tienen en cuenta dos valores, uno máximo que es la presión sistólica y se mide durante el latido de corazón, cuando la presión es máxima y otro mínimo, la presión diastólica, que se mide con el corazón en reposo entre latidos, cuando es mínima.
Los valores normales de tensión arterial suelen situarse entre los 120 mmHg (milímetros de mercurio) de máxima y los 80 mmHg de mínima. Por encima, ya se habla de presión alta y de hipertensión. Y, por debajo de 90 mmHg de tensión sistólica, hablamos de hipotensión o tensión baja.
Expertos de la farmacia online DosFarma explican que hay personas que pueden tener valores bajos de tensión arterial sin sufrir ninguna molestia. Sin embargo, cuando se produce una caída brusca de la tensión, pueden aparecer mareos, desorientación y desmayos.
¿Cómo prevenir una bajada de la tensión?
Levantarse despacio
En vacaciones, es habitual pasar tiempo descansando en una misma postura. Nos echamos la siesta, nos tumbamos en la playa o en la piscina, pasamos tiempo en una terraza con los amigos o descansando en el sofá... Eso puede motivar la hipotensión postural, es decir, que haya una descompensación entre el volumen de sangre de la parte inferior del cuerpo y el de la superior y nos mareemos al levantarnos. Por ello, hay que hacerlo despacio. Además, si es posible, es mejor no pasar mucho tiempo en posición horizontal; por ejemplo, se puede dormir la siesta con una almohada bastante alta, para incorporarse con menos esfuerzo.
Beber líquidos con frecuencia
En verano, la deshidratación es la causa de bajadas de tensión que más hay que controlar. Las altas temperaturas aumentan la sudoración y hacen que se elimine una mayor cantidad de líquidos, que se deben reponer. Asimismo, el calor puede dilatar los vasos sanguíneos, lo que hace que la sangre no ejerza tanta fuerza al pasar a través de las arterias.
Es imprescindible beber agua con regularidad y no esperar a tener sed. Puede compaginarse con muchas otras bebidas, como infusiones. La sequedad en la boca, el pulso acelerado o la desorientación son algunos de los síntomas de la deshidratación.
Comer poco y cada pocas horas
Las vacaciones suelen ir acompañadas de comidas copiosas. Nos reunimos con familiares y amigos, salimos a cenar a restaurantes o buffets... Sin embargo, una digestión pesada obliga a desplazar más sangre al aparato digestivo, por lo que es mejor opción tomar pequeñas raciones y con cierta regularidad.
Consumir alimentos que ayuden a subir la tensión
La sal es la fuente principal de sodio, un nutriente esencial para el organismo que influye en la presión arterial. Las personas que sufren hipertensión deben llevar una dieta pobre en sodio, pero quienes tienen unos valores bajos pueden utilizarlo para equilibrarlos. Sin embargo, es muy importante no superar los 5 g diarios recomendados de sal. Aunque sirva para subir la tensión, también puede tener efectos nocivos en grandes cantidades, como la retención de líquidos.
Así pues, cualquier alimento en salmuera, como los encurtidos, puede ayudar, así como el jamón o las anchoas. También el regaliz es un alimento adecuado y se puede tomar en infusiones, por ejemplo. Pueden ser snacks perfectos para picar entre horas o ayudar a reponer líquidos. En cuanto al café, se ha demostrado que su efecto para subir la tensión dura apenas unos minutos. Solo produce un pico que cae rápidamente, por lo que es un remedio de muy corto plazo.
Evitar las horas de mayor calor
Las altas temperaturas favorecen la sudoración excesiva y la pérdida de líquidos. Por eso, es importante evitar cualquier actividad física intensa o estar al aire libre entre las 12:00 y las 17:00 horas. Igualmente, es mejor no utilizar saunas ni darse duchas muy calientes.
¿Qué hacer ante una bajada de tensión?
- Si se notan los primeros síntomas, o se sufre una bajada de tensión, hay que tumbarse para evitar caerse si se marea o desmaya y poner las piernas en alto (a unos 45° del suelo) para favorecer que la sangre de la parte inferior llegue rápidamente al corazón.
- También puede ser útil que la persona se siente e intente bajar la cabeza entre las piernas más abajo de las rodillas.
- Comer algo muy salado ayudará a retener líquidos y elevará la presión arterial.
- Ayudarle a que respire mejor. Quitarle o aflojarle las prendas que puedan oprimirle el cuello o el pecho y, si es posible, abanicarle. Es muy importante también evitar las aglomeraciones de gente alrededor.
- Se le puede ofrecer agua, una infusión o una bebida azucarada, lo que aumentará la concentración de glucosa en la sangre y le ayudará a recobrar la vitalidad.
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