En Bebés y más hemos hablado en diversas ocasiones acerca de lo peligroso que puede ser beber alcohol durante el embarazo, pues puede causar un grupo de afecciones llamadas trastornos del espectro alcohólico fetal, de entre los cuales el más grave es el síndrome alcohólico fetal.
El consumo de alcohol en el embarazo puede afectar el bebé de distintas maneras, con problemas médicos, conductuales, educativos y sociales según la gravedad del trastorno que presente. Además, de acuerdo con otro estudio reciente, beber alcohol en cantidades moderadas a altas durante el embarazo, podría alterar los genes de los bebés.
Lo que bebe la madre le llega al bebé, por lo tanto, la recomendación que se da a las mujeres que están esperando un hijo, es no consumir ni una sola gota de alcohol en el embarazo, pues no existe una cantidad segura. Sin embargo, se han realizado estudios en los que se descubre cómo afecta éste cuando la madre lo consume frecuentemente.
El más reciente de éstos ha sido publicado en la revista Alcoholism: Clinical and Experimental Research, y analizó los efectos del consumo de alcohol durante el embarazo en los genes del bebé. Esto parte de un estudio realizado en adultos, que encontró que beber en cantidades altas podría generar cambios genéticos a largo plazo, por lo que decidieron investigar si esto sucedía también en los recién nacidos.
Contando con la participación de 30 mujeres embarazadas y 359 niños, el estudio encontró que los bebés de aquellas mujeres que bebían alcohol de forma moderada a elevada durante el embarazo presentaban cambios en dos genes: el gen de la proopiomelanocortina (POMC), que regula el sistema de respuesta al estrés, y el gen PER2, que influye en el reloj biológico del cuerpo.
De acuerdo con la investigación, beber cuatro o más bebidas alcohólicas en por lo menos cinco ocasiones al mes durante el embarazo se considera un consumo elevado, mientras que tomar tres bebidas por cada ocasión se considera consumo moderado.
Este estudio, además de encontrar más riesgos del consumo de alcohol en el embarazo, podría ayudar a los científicos a identificar indicadores medibles como genes o proteínas alterados, que predicen los riesgos de la exposición prenatal al alcohol.
Como hemos comentado en otras ocasiones, aunque no existe una cura para los trastornos del espectro alcohólico fetal, su detección e intervención tempranas podrías ayudar a mejorar el desarrollo de los niños que lo presenten por lo que estos resultados podrían ser de utilidad al momento de diagnosticar a los bebés de madres que bebieron alcohol durante el embarazo.
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Vía | Science Daily