Ya llegó el verano; esa época del año que todo disfrutamos casi como si fuéramos niños. Piscina, playa, tardes al sol y comidas al aire libre. ¿Quién puede resistirse a los encantos de la época estival?
Si estás embarazada y además en avanzado estado, puede que pienses que el verano será tu peor enemigo. No cabe duda de que las altas temperaturas no serán el aliado perfecto, pero el verano tiene muchas cosas buenas que te harán disfrutar de tu tripita más que nunca.
Tendrás la excusa perfecta para no salir de la piscina
Si tus obligaciones te lo permiten, intenta pasar en la piscina el mayor tiempo posible. Refréscate con una ducha o un baño de vez en cuando y aprovecha para descansar en la tumbona, leer o escuchar música bajo la sombrilla.
Si tienes más hijos, es más que probable que estén encantados de acompañarte en tu retiro, aunque procura ir siempre con alguien que pueda echarte una mano con los peques cuando lo necesites.
Recuerda también, que es importante utilizar una crema con un buen factor de protección solar, hidratarse continuamente y seguir unos sencillos consejos para poder disfrutar, sin riesgo, de un relajante día acuático.
Descansa y duerme siempre que puedas
La temperatura del cuerpo durante el embarazo aumenta de manera natural, y con ello la sensación de sopor y cansancio. Puede que también retengas líquidos y sientas las piernas y tobillos algo hinchados. Por tanto, ¡toca descansar!
Busca un lugar de la casa fresquito y bien ventilado y hazte con él. Encuentra ratitos de intimidad y relax cerca del ventilador o el aire acondicionado y duerme y descansa lo que el cuerpo te pida.Y recuerda tumbarte siempre con los pies en alto.
Disfruta del tiempo libre
Aprovecha las vacaciones de verano para preparar, sin prisas ni estrés, la llegada de tu bebé. No sólo los días son más largos y te cundirán más, sino que si necesitas hacer alguna compra de última hora no te dará pereza acudir a un centro comercial, donde el aire acondicionado será tu mejor aliado.
Prepara la maleta del hospital o la habitación de tu bebé, al tiempo que disfrutas de los días sin los relojes ni las prisas que parecen dominarnos durante el resto del año.
Mimarte es más sencillo en verano
Y es que por mucho que quieras mimarte y cuidarte en cualquier época del año, da la sensación de que en verano no sólo se disfrutan y lucen más este tipo de cuidados, sino que te servirán también para combatir el sofocante calor de los meses estivales.
Mascarillas faciales, masajes refrescantes de pies, pedicura... Aprovecha y date un capricho. ¡Lo agradecerás!
Y por otro lado, si llevas tiempo dándole vueltas a cambiar el look de tu melena, ahora es el momento perfecto para ello. Prueba un nuevo corte de pelo refrescante y cómodo que además te facilite y ahorre tiempo a la hora de cuidar y peinar el cabello cuando el bebé haya nacido.
Cuidarás tu alimentación sin que te suponga un esfuerzo
Si eres una persona a la que le cuesta comer fruta y verdura, puede que estando embarazada en esta época del año no sólo te apetezca sino que agradezcas enormemente una rica ensalada o una pieza de fruta a cualquier hora del día.
Y es que la fruta y la verdura tienen propiedades muy beneficiosas durante el embarazo: te ayudan a mantener la tensión arterial, favorecen el tránsito intestinal y te ayudan a estar siempre hidratada.
Además, estás de suerte porque en verano es cuando se concentra la mayor variedad de frutas de todo el año, por que podrás elegir entre multitud de sabores y colores, a cada cual más exquisito y refrescante.
Apenas necesitarás comprar ropa premamá
La ropa premamá es cara y su uso es realmente limitado. Si tienes suerte, y tus embarazos te coinciden en fechas, podrás aprovecharla de nuevo más adelante, pero si no es así, la ropa premamá quedará por siempre guardada en el fondo del cajón cuando el embarazo haya pasado.
Lo bueno de estar embarazada en verano es que no necesitarás comprarte prácticamente nada porque cualquier camisola ancha o vestido suelto que tengas en tu armario, te servirá.
Los vestidos largos de tirantes con el corte debajo del pecho resultan una opción fresquita, cómoda y muy aprovechable tanto durante el embarazo como después. Además, si siempre has soñado con lucir tripita de embarazada, ¡el verano es la época perfecta para ello!.
Tu bebé nacerá en una época del año maravillosa
Pero sin duda, lo mejor es que tu bebé nacerá en una época del año maravillosa. Tanto si nace a finales de verano como si lo hace a principios de otoño, podréis disfrutar de largos paseos al aire libre que le proporcionará vitamina D (tan importante para su crecimiento) y le ayudará a fortalecer su sistema inmune.
Además, como la mayoría de la gente aprovecha los meses estivales para marcharse de vacaciones, puede que os encontréis muy tranquilos en lo que a visitas se refiere y eso os permita descansar y disfrutar al máximo de la intimidad familiar.
Y ahora... ¿quien dice que disfrutar de la recta final del embarazo en verano no tiene ventajas?