¿Por qué mostrar que estás embarazada? Los complicados orígenes de la moda premamá

¿Por qué mostrar que estás embarazada? Los complicados orígenes de la moda premamá
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Hoy en día podemos encontrar ropa para embarazadas incluso en las cadenas de moda más internacionales. Pero no siempre hubo esta facilidad para las mujeres que querían estar cómodas durante el embarazo. Los orígenes de la moda premamá se remontan a principios del siglo XX, y no fueron fáciles.

Hasta entonces, muchas mujeres escondías sus curvas apretándose el vientre con corsés, algo que a los médicos no les gustaba demasiado, ya que se podía perjudicar la salud del feto. Fue la inmigrante lituana Lane Bryant la que se tuvo que enfrentar a la censura de la época para sacar a la venta su colección de moda premamá.

Ella abrió su primera tienda en 1904, en Nueva York. Creó la primera línea de ropa para embarazadas y quiso publicitarla, pero no consiguió que el "New York Herald" publicara un anuncio suyo hasta 1911, cuando ya llevaba varios años comercializando sus prendas al pormenor. Sus productos se agotaron al día siguiente de la publicación del anuncio.

Los rotativos de la época se negaban a publicar impresas las palabras "ropa para embarazadas", en una muestra más de los extraños tabús que hasta hace poco han existido, como el que os contábamos sobre la palabra "embarazada" en televisión.

De este modo, acudiendo a la venta por catálogo para esquivar la censura ya en boca de todos, su modesta sastrería se convirtió en una firma potente (más de cien tiendas en 1969), fundando la empresa que lleva su nombre y que en la actualidad sigue vendiendo ropa de tallas grandes en todo el mundo.

Las faldas de cintura ajustable eran una alternativa cómoda al corsé, y ya estaba bien de ocultar las formas. Lo mismo pensamos hoy de las barrigas postparto, y es que "disimular" algo tan hermoso y natural no tiene mucho sentido.

Y antes de la creación de la ropa premamá, ¿qué se ponían las mujeres embarazadas? Bien diseños caseros cosiendo ellas mismas, probablemente arreglando prensas que ya tenían, de ellas o de sus parejas. También se recurría a comprarse unas cuantas tallas por encima de la propia. Eso, las que querían ir cómodas, porque como decimos muchas mujeres consideraban que con un corsé llamaban menos la atención, y esto durante muchos siglos.

También algunas modistas elaboraban ropa de encargo, aunque solo para las más pudientes. Lo que se llevaba eran ropas anchas que disimularan la tripa. Pero la venta de ropa premamá "a lo grande" tan solo llegaría a principios del siglo XX con Lena Bryant.

Por supuesto, tras el éxito de la empresa de esta modista de origen lituano la moda premamá evolucionó y en la actualidad encontramos no solo faldas o vestidos sino cualquier tipo de pantalón, ropa interior e incluso ropa de baño especial para embarazadas. Y sin miedo a mostrar la barriga. Nadie diría que esta moda en auge tuviera unos orígenes complicados...

Imagen | ClickAmericana En Bebés y más | Cómo queda la barriga después del parto, Ropa premamá a buen precio en Kiabi

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Comentarios cerrados
    • Buf! Pues yo creo que aún andamos "ocultando" rasgos, bien sea de postparto, bien del momento en el que la barriga crece y aún no se define como barriga de embarazada, o por la forma, el tamaño, si también engordas de cara, si mira qué brazos, las estrías...

      La moda ayuda muchísimo a aceptarse en todo ello, escoger prendas que te gustan, que te favorecen, que te sientan bien.

      Personalmente nunca he sido una mujer centrada en una determinada imagen; pero sí me ha costado lo mío aceptarme, de niña y adolescente demasiado musculada y masculina por el deporte (un palo seco fibrado era la definición de otros sobre mí), antes del embarazo estuve controlando lo que mi metabolismo de tantos años de deporte y una nutrición extrema para el organismo de una niña habían hecho para no "sobrecerme" y mantenerme en un estándar aceptable para mí, a... ahora que en el embarazo debo aceptar que he perdido el control sobre mi tamaño, mi sensación de saciedad, los gustos por la comida, el equilibrio y mis emociones a todo ello. Y aún encima me siento feliz por todo ello, aunque cueste de cuando en cuando y ante según que cambio aceptarse en el espejo.

      Pienso que aún nos queda mucho más por lo que batallar en libertades de autoimagen.
      Brava la lituana Lane Bryant!

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