Un defecto congénito es un problema que ocurre mientras un bebé se desarrolla dentro del cuerpo de la madre. Aproximadamente, de cada 33 bebés que nacen en el mundo, uno tiene un defecto congénito.
Los datos de la Organización Mundial de la Salud, y en concreto de su Oficina Regional para Europa, señalan que medio millón de niños nacen anualmente con defectos congénitos en Europa, con una tasa de mortalidad de 2,5 por 1000 nacidos vivos. Pero se sabe que las medidas preventivas durante el embarazo podrían reducir esas cifras.
Y es que, aunque la carga genética influye en la aparición de defectos congénitos, existen otros determinantes de salud que tienen igual e incluso mayor influencia, como los estilos de vida, el medio ambiente y la atención sanitaria.
Las autoridades sanitarias aconsejan poner el foco en la interacción de todos ellos, en el conocimiento individualizado de cada uno, pero también de la identificación de los factores que los relacionan, de todo lo cual depende el estado de salud. Así, interviniendo en cualquiera de estos determinantes se puede contribuir de forma significativa a la mejora del estado de salud de la población.
Se hace hincapié en que, como las malformaciones congénitas provocan una importante carga de enfermedad que soportan todos los países, se hace necesario que las administraciones públicas, los profesionales de la salud y los propios ciudadanos tengan una responsabilidad conjunta en la prevención, haciendo el mayor esfuerzo posible para disminuir las causas evitables.
En este contexto, el Ministerio de Sanidad y Consumo ha impulsado la elaboración de una "Guía para la prevención de defectos congénitos", gracias al trabajo de un grupo multidisciplinar de expertos. Para conocer mejor esta prevención, se han recopilado los últimos conocimientos actuales en relación a los factores que pueden ser causa de problemas congénitos y las posibilidades de prevenirlos.
Dirigida principalmente a los profesionales sanitarios, creo que puede aportar una valiosa información a cualquier padre o futuro padre, porque es sencillo aplicar determinadas medidas preventivas que reduzcan la incidencia de los defectos congénitos. El contenido se presenta de forma resumida y útil, distribuido en los siguientes capítulos, con anexos y bibliografía:
- Nutrición y embarazo
- Riesgo de defectos congénitos derivados de la edad
- Prevención de las enfermedades congénitas
- Inmunidad frente a infecciones de transmisión materno-fetal
- Enfermedades crónicas y gestación
- Hábitos de vida y gestación
¿Cómo prevenir defectos congénitos en el bebé?
Os recomendamos la lectura de la "Guía para la prevención de defectos congénitos" para ampliar información. Y terminamos con un resumen de las cosas que la mujer puede hacer antes y durante el embarazo para aumentar su probabilidad de tener un bebé saludable:
Tomar 400 mcg de ácido fólico todos los días, comenzando al menos un mes antes de quedar embarazada.
Toma un suplemento extra de al menos 200 mcg de yodo al día para prevenir defectos congénitos, ya que este elemento es esencial para el desarrollo cerebral del bebé.
No tomar nada de alcohol, no fumar ni usar drogas ilegales.
Consultar con un médico si puede tomar medicamentos recetados y los que se venden sin receta médica o suplementos nutricionales o de hierbas. También debe consultar antes de suspender los medicamentos que necesite para tratar algún problema de salud.
Algunas afecciones aumentan el riesgo de defectos de nacimiento, como la diabetes y la obesidad, de modo que hay que asegurarse de tenerlas controladas.
Si no se controla bien la diabetes durante el embarazo, aumenta la probabilidad de que el bebé nazca con defectos de nacimiento u otros problemas (también puede causar complicaciones graves en la madre).
Alcanzar y mantener un peso saludable para evitar complicaciones en el embarazo y disminuir el riesgo de defectos de nacimiento en el bebé.
Habla con el médico sobre las vacunas. Hay muchas vacunas seguras y recomendadas durante el embarazo, pero otras no. Tener las vacunas adecuadas en el momento preciso puede ayudar a que la madre y su bebé se mantengan sanos.
Si estás embarazada o lo estás planeando, consulta al médico. Los cuidados prenatales (antes del nacimiento del bebé) pueden ayudar a descubrir algunos problemas en las fases iniciales del embarazo para que el médico los vigile y los trate antes de que nazca el bebé.
Realiza una visita preconcepcional al ginecólogo, especialmente si padeces una enfermedad crónica.
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