Un niño callado o reservado no tiene por qué tener problemas de relaciones interpersonales y es probable que, conforme crezca, cambie este aspecto de su personalidad (no quiero decir que la timidez desaparezca). Pero la conducta tímida se contempla en un continuo, pudiendo hallarse el niño es algún punto extremo o medio, con todas las gradaciones posibles. ¿Qué sucede si mi hijo es extremadamente tímido?
Hemos de estar atentos, porque en ocasiones parece que los niños muy tímidos no tienen problemas, pero lo que sucede es que no los exteriorizan. Pero puede que estén sufriendo alguna problemática en silencio y hemos de ayudarles.
Problemas que puede tener el niño muy tímido
Algunos de los problemas que puede tener un niño con una timidez extrema son:
Les cuesta o no son capaces de expresar sus pensamientos, sentimientos y opiniones.
Se muestran pasivos, inhibidos e introvertidos en las relaciones interpersonales.
Parte de su entorno se puede aprovechar de ellos (generalmente en el colegio), ya que dejan que se les ordene y obedecen, sin defender sus gustos y derechos. No toman decisiones, permitiendo que otros decidan por ellos.
Las consecuencias negativas de la pasividad e inhibición son que el niño se siente descontento, tiene poca autoestima. Su autovaloración es negativa y tiene sentimientos de inferioridad.
Los niños tímidos temen una evaluación negativa, tanto de extraños como de conocidos. es decir, tienen miedo al rechazo.
Sienten frustración, infelicidad, y si siempre quedan en un segundo plano en las relaciones interpersonales pueden sentirse aislados y sentir ansiedad social.
Presentan un alto grado de autoexigencia y son muy críticos consigo mismos e hipersensibles. Su preocupación es amplia por los temas más variados y a menudo tienen sentimientos de culpabilidad por no verse aceptados.
Por suerte, generalmente los problemas derivados de la timidez son leves y los trastornos serios tienen que ser evaluados por un especialista para ayudar al niño o niña a superar la timidez o a convivir mejor con ella. Es falso que el problema mejore espontáneamente con el tiempo.
Solo si la timidez es leve, habitualmente, con el desarrollo del niño y el contacto social, convivirán mejor con dicha característica de su personalidad, que no tiene por qué traerle problemas. Pero no podemos dejar de prestar atención a la timidez extrema si está afectando al bienestar del niño, porque las dificultades podrían ir a más.
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