Cuando miras a tu bebé, seguro que más de una vez te has preguntado cómo es posible sentir tanto amor por alguien tan pequeñito. A medida que el bebé va creciendo, ese sentimiento se hace más grande cada día, hasta el punto de sentir que el corazón va a estallarte de amor.
Pues bien, así como los padres sentimos ese amor infinito hacia nuestros hijos, ellos también lo sienten por nosotros, aunque mientras son pequeños no serán capaces de manifestarlo con palabras.
Pero aunque tu hijo pequeño no te diga verbalmente que te quiere, ten por seguro que su amor por ti es inmenso, maravilloso, puro e incondicional, y así te lo manifiesta cada día con sus gestos.
Te dedica su primera mirada de amor
Llega un día, alrededor de los dos meses de vida, en el que se produce una conexión muy especial entre el bebé y su madre/padre. En ese momento descubres que tu bebé ya no sólo te ve, sino que te mira de otra forma, te reconoce y te ama.
Ese cruce de miradas puede durar apenas unos segundos, pero para cualquier padre o madre es un momento sumamente especial ya que descubrimos que nuestro bebé nos están hablando con la mirada y diciéndonos lo mucho que nos ama.
Te sonríe por primera vez de forma selectiva
Durante el primer mes de vida, el bebé sonríe de forma espontánea, e incluso a veces lo hace mientras duerme. Después sonreirá a todos los que le hagan una sonrisa, como una respuesta de cortesía.
Pero poco a poco sus sonrisas se irán haciendo más selectivas, pues comenzará a discriminar las caras y las voces que le resulten familiares. Es entonces cuando descubrirás que las mejores sonrisas de tu bebé están dedicadas exclusivamente a ti, y que son una muestra más del amor que te tiene.
Te acaricia la cara mientras lo alimentas
Si hay un gesto que no se olvida nunca es la primera vez que sientes la manita de tu bebé acariciándote la cara o la boca, mientras te observa sin pestañear con sus ojitos cargados de amor.
Es probable que este gesto tan tierno lo vivas entre los cuatro y cinco meses de tu bebé, cuando tras un intercambio de miradas (con sonrisa incluida) tu pequeñín alce la mano para intentar acariciarte, diciéndote sin palabras que eres su único mundo.
Te hace un regalo
A medida que tu bebé vaya creciendo te irá demostrando su amor de otras formas más tangibles. Así, es frecuente que los niños pequeños recolecten flores, piedrecitas o palos pensando en nosotros, y nos los regalen como muestra de su cariño incondicional.
Crea cosas para ti
Los niños son creativos por naturaleza, y su mente inquieta siempre está ideando cosas nuevas. Pero cuando lo que hacen con sus propias manos (un dibujo, una figura de plastilina, una manualidad...) lo hacen pensando en ti, es la señal inconfundible de que te aman y siempre ocupas un lugar en su pensamiento.
Te da un abrazo o un beso, simplemente porque sí
Los besos y los abrazos son un gesto potente de conexión y amor. Cuando nuestros hijos son bebés, somos los padres quienes les besamos y abrazamos, pero a medida que van creciendo no solo corresponderán a nuestras muestras de amor (esos primeros besitos suyos en nuestra mejilla son otro de los momentos inolvidables para cualquier padre), sino que empezarán a ser proactivos en sus gestos de afecto.
No quiere separarse de ti
Aunque para las madres puede ser agotador que nuestro hijo pequeño no quiera separarse de nosotras en ningún momento, hemos de ver esta actitud como otro gesto de amor incondicional.
Y es que para nuestro hijo somos todo su mundo, su refugio, su paz, su luz, su guía... en definitiva somos todo lo que necesita para sentirse bien, y no tiene otra forma de demostrarlo que a través de la (mal llamada) "mamitis".
Te pide que durmáis juntos
Aunque tu hijo ya no sea un bebé, o en casa no hayáis practicado colecho con regularidad, otra señal inequívoca del amor tan grande que siente tu peque por ti es cuando te pide que durmáis juntos, o simplemente te tumbes a su lado hasta que se duerma.
Aunque los padres solemos creer que esta actitud se debe a miedos nocturnos, el trasfondo de todo sigue siendo el amor y la confianza ciega que tienen nuestros hijos en nosotros, que a su vez nos ven capaces de aplacar sus temores o inseguridades y darles la calma que necesitan
Te dice un piropo
Para cualquier niño pequeño sus padres siempre van a ser los más guapos, los más buenos, los más listos, los más fuertes... en definitiva, ¡los mejores de todo el universo!
Para cualquier padre, el momento en que su hijo empieza a ser capaz de verbalizar eso que siente con piropos de tamaña categoría, o escribiéndolo en notitas que fortuitamente encontramos en cualquier rincón de la casa, es algo único e inolvidable.
Foto de portada| Pavel Danilyuk en Pexels
Fotos | iStock, Pexels
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