La lactancia es algo precioso que se comparte entre una madre y su hijo, pues además de alimentarle con leche materna, se comparte un momento íntimo y exclusivo entre ambos, en el que también fortalecen su vínculo.
Y aunque sin duda es una de las partes más emotivas de la maternidad, también es una experiencia en la que se viven toda clase de emociones y situaciones. Te compartimos 11 ilustraciones que reflejan a la perfección lo real, bonito, difícil y gracioso de la lactancia materna.
El día que conoces a tu bebé
Comenzamos con esta ilustración de Mammasutra, en la que le das por primera vez de mamar a tu bebé después de que ha nacido, y lo reciben lleno de amor y felicidad.
Ese primer momento a solas entre tu bebé y tú
Sin duda uno de los grandes momentos de la lactancia materna, es cuando tienes a tu bebé en brazos mientras le miras a los ojos, un encuentro entre los dos, donde realmente es amor en estado líquido, tal como lo ilustra Moder Bloguer.
Las primeras semanas tras el parto
Cuando te encuentras aún adaptándote a la nueva vida con tu bebé, y entre lactancia, cuidados y los mil cambios de pañal al día, no te queda tiempo de nada, por lo que agradeces las muestras de cariño, pero las agradecerías aún más si las visitas llegaran con unos tuppers llenos de comida y no interrumpan mientras le das de mamar a tu bebé, como lo indica Mammasutra.
Amamantar por la noche y dormirte con la teta fuera
Si amamantas a tu bebé y también practicas colecho, dormir con una teta fuera es cosa de todas las noches, a veces sucede porque así te quedas dormida, como en esta ilustración de Ale Favoretti, y otras porque simplemente resulta más práctico dejarla siempre fuera para que el bebé siga alimentándose cuando despierta por las noches.
Cuando te vuelves experta en "multitasking"
Una de los "superpoderes" de mamá es poder hacerlo casi todo con una sola mano, y cuando de trata de la lactancia, a veces tenemos que volvernos un poco multitask, como en esta viñeta de Mammasutra.
Cuando tu bebé tiene preferencia por un lado
Quizás la mayoría de las veces tu bebé tomaba de ambos lados, pero en alguna ocasión se quedó dormido o ya no quiso seguir mamando, por lo que te dejaba con un pequeño problema: los pechos disparejos, como en esta viñeta de Mamá Ilustrada.
El día en el que pasas más tiempo de lo usual lejos de tu hijo
Aunque el cuerpo es muy sabio y es capaz de detectar cuando el bebé deja de mamar con tanta frecuencia, para así ir autoregulando la producción de leche, en ocasiones nos encontraremos como esta ilustración de Agustina Guerrero: alejadas de nuestro bebé más tiempo de lo usual, lo que puede provocar que nuestros pechos se llenen un poco más de lo acostumbrado.
Ese momento en el que tu hijo no se decide por un lado
Conforme tu hijo se va haciendo mayor, también comienza a mostrar algunas de sus preferencias, y sin duda una de ellas, es la teta que prefiere, lo que puede hacer que la lactancia en lugar de algo tranquilo, se vuelva un verdadero acto de contorsionismo.
Cuando tu hijo te pide que también amamantes a sus juguetes
Hay una regla no escrita acerca de la lactancia (según los niños, claro): "si nos amamantas a nosotros, también lo harás con nuestros muñecos y juguetes". Así que prepárate para tener varios "hijos" esperando su turno, como en la ilustración de Mamá dibuja.
Las opiniones no solicitadas que a veces recibes
Aunque sabemos que la lactancia materna es lo mejor para el bebé, y que incluso la Organización Mundial de la Salud y la Asociación Española de Pediatría recomienda continuarla el mayor tiempo posible, en ocasiones podemos encontrarnos con comentarios o consejo no solicitados, muchos de ellos basados en mitos o creencias obsoletas acerca de la lactancia, como lo ilustra Ale Favoretti.
Cuando te rodeas de una tribu que te apoya
Y finalmente, además de la conexión con nuestro bebé, algo que también nos puede regalar la lactancia es esa tribu de mujeres que nos apoyan y asesoran, acompañándonos en esta hermosa experiencia y ayudándonos cuando lo necesitamos.
Foto | iStock