Es una cuestión que nos preocupa muchísimo a los padres y la Organización Mundial de la Salud tenía que posicionarse sobre la reducción del dolor que causa la vacunación. Por primera vez la OMS elabora un documento sobre este tema del que tantas veces hemos hablado en el blog y es claro en este aspecto: es conveniente dar el pecho a los lactantes durante la vacunación o inmediatamente después.
Es decir, de alguna manera se hace "oficial" la tetanalgesia o el efecto calmante que les produce a los bebés ser amamantados, un concepto defendido por muchos pediatras y por supuesto por muchas madres que hemos comprobado su efectividad.
En concreto, ha sido el Grupo de Expertos de la OMS en asesoramiento estratégico en materia de inmunización (SAGE) el que estudió la posibilidad de adaptar las directrices para la práctica clínica vigentes en el Canadá para reducir el dolor y el miedo que causa la vacunación. Es una cuestión importante, ya que el temor a las inyecciones y el dolor que causan durante la vacunación es uno de los muchos factores que pueden inducir a retrasarla o evitarla.
Basándose en el examen exhaustivo realizado por el SAGE, la OMS ha publicado el documento de posición Reducción del dolor que causa la vacunación, con las siguientes medidas generales que se recomienda incluir en los programas nacionales de vacunación (aplicables a todos los países y grupos de edad):
El personal que lleva a cabo la vacunación debe estar bien informado y tener una actitud calmada y cooperativa. Es preferible utilizar expresiones neutras; por ejemplo, "ahora se la voy a poner" que "ahora le voy a pinchar".
Es importante tener en cuenta la edad del paciente para colocarlo correctamente. Si se trata de un lactante o niño pequeño, es conveniente que les sostenga la persona que les cuida; para el resto de pacientes, lo más adecuado es sentarse con la espalda recta.
No se recomienda la aspiración (tirar hacia atrás del émbolo de la jeringa) durante las inyecciones intramusculares, ya que se puede aumentar el dolor.
Cuando se inyecten varias vacunas de forma secuencial en la misma visita, deben administrarse de menor a mayor posibilidad de causar dolor.
Además de las medidas generales, se recomiendan otras medidas específicas para los lactantes y niños pequeños, entre la que se encuentra la que ha dado lugar a este artículo:
La persona que cuida del niño debe estar siempre presente durante y después de la inyección (se adhiere a la Carta de derechos del Niño Hospitalizado, aunque no se trate de un ingreso pero sí es una intervención médica y además es dolorosa).
Es conveniente dar el pecho a los lactantes durante la vacunación o inmediatamente después, siempre que no resulte contrario a las costumbres locales (suponemos que se trata de algunos países o culturas en las que amamantar en público esté prohibido o sea un tabú; lo cual, por desgracia, no es tan lejano como podría parecernos).
Se recomienda distraer a los niños menores de seis años con un juguete, un vídeo o música (ya sabéis, a llevar su muñeco favorito o su canción preferida en el móvil).
En fin, esperamos que esta manera de hacer oficial el derecho de los niños a ser amamantados para reducir el dolor mientras se le administra una vacuna haga que más madres y profesionales acepten este hecho como natural y se facilite el modo de llevarlo a cabo. Además, es una manera de disipar dudas y animar a más familias a poner las vacunas, ya que, como hemos dicho, el temor al dolor es una de las excusas para no ponerlas.
Vía | OMS
Foto | Thinkstock
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