Tras el nacimiento de tu bebé, es normal buscar recuperar el peso de antes del embarazo. Aunque hayas ganado únicamente los kilos que necesitabas subir en el embarazo, tu cuerpo acumuló grasa tanto para la protección del bebé como para poder ocuparla como combustible a la hora de la lactancia. Así que si llevas una dieta equilibrada, por el simple hecho de amamantar, recuperarás tu peso anterior.
Muchas mujeres se someten a dietas estrictas para perder ese peso extra y, de hecho, existen muchos tipos de planes de alimentación; sin embargo, lo ideal es contar con la guía de un experto en nutrición para lograrlo.
La pérdida acelerada de peso no es la mejor opción y, además, existen aspectos más importantes que debes tomar en cuenta ahora, como: la nutrición de tu bebé. Perder de medio kilo a un kilo por semana es un ritmo natural, que podrás alcanzar incluso comiendo más de lo que comías durante el embarazo. Bajar de peso rápidamente es un signo de que posiblemente estás perdiendo músculo y líquidos, lo que te coloca en una posición de debilidad ante el cuidado de tu pequeño.
Debes tomar en cuenta que la mayor pérdida de peso se produce entre los cuatro y seis meses de amamantar, por lo que si alcanzas tu peso ideal antes de este periodo, es importante que revises tu alimentación con un especialista y agregues un poco de energía extra para no bajar más de lo que debes.
Además, es importante considerar que con las restricciones de alimentos, también puede producirse una carencia de los nutrimentos que tú y tu bebé necesitan. Multivitamínicos como Elevit, de Bayer, pueden complementar tu régimen alimenticio si tu nutriólogo lo considera pertinente.
¿Son adecuadas las dietas más populares?
Analizaremos algunos ejemplos de dietas que utilizan las mujeres actualmente para bajar de peso, con el fin de saber si éstas son adecuadas para dar el suficiente aporte de nutrimentos para cada día en el periodo de lactancia.
La dieta proteica
Consiste en priorizar el consumo de proteínas y eliminar casi por completo los alimentos ricos en hidratos de carbono, azúcares y grasas, pues sabemos que estos últimos, son los que si consumimos en exceso se acumulan en nuestro cuerpo en forma de grasa. Disminuirlos haría que perdamos peso.
¿Qué alimentos son ricos en proteínas? Carne, pollo, pescado, huevo, que por supuesto son importantes en esta etapa de tu vida. Es un hecho que el disminuir el consumo de hidratos de carbono acelera la pérdida de peso; sin embargo, estos alimentos se encuentran en las frutas, verduras y leguminosas, que nos aportan cantidades importantes de vitaminas y minerales. Si limitas tu consumo, tanto tú como tu bebé, tendrán menos acceso a estos micronutrimentos, además de que no obtendrás energía suficiente para la producción de leche.
Dieta vegetariana
Cada vez más mujeres optan por dejar de consumir productos de origen animal y lo llegan a hacer desde antes de embarazarse. Sí se puede llevar un embarazo y lactancia saludable a base de vegetales, pero aprendiendo a combinar los alimentos para sustituir el aporte de proteínas.
Sin embargo, una mujer vegetariana corre más riesgo de tener deficiencias de hierro y de vitamina B12. El hierro existe en los alimentos de origen vegetal, pero la capacidad de absorción de nuestro cuerpo es muy baja; es decir, que sólo del 2 al 5% de lo que consumimos se absorbe, por lo que es mucho mejor obtenerlo de una fuente animal. Y en cuanto a la vitamina B12, no la podemos encontrar en ningún producto vegetal. Esto hace necesario tomar algún tipo de multivitamínico.
Cuida la saluda de tu bebé y benefíciate de tomar un multivitamínico
Aunque lleves una dieta correcta que incluya todos los grupos de alimentos, durante el periodo de lactancia requieres nutrimentos adicionales, como: calcio, hierro y ácido fólico. Por lo que, si tu nutriólogo lo recomienda, consumir un multivitamínico -como el ya mencionado, Elevit- podría ser una forma de obtener las vitaminas y minerales que te hacen falta.