Se trata de una buena noticia para los niños de ese país, el gobierno inglés prohibe en los comedores escolares todo tipo de comida basura y a la vez, en estos comedores deberán garantizar que proporcionan a los alumnos al menos dos porciones de fruta y verdura en cada comida. También tendrán que proporcionar regularmente pescado azul y carne de calidad.
Es importante que el gobierno de un país se involucre en los temas de salud alimentaria, especialmente en los niños, estas medidas ayudarán a paliar que en un futuro aumenten aún más los índices de sobrepeso y obesidad. De igual modo que ha hecho Inglaterra, deberían involucrarse los gobiernos de otros países para velar por la salud de la población. Estas nuevas normas entrarán en vigor el próximo año e impedirán que se sirvan refrescos con gas, bollería, patatas fritas de bolsa, etc., todo lo que pueda propiciar una mala alimentación para evitar en un futuro las consecuencias que supondría a los pequeños que se aficinaran a ella.
Este compromiso para mejorar la alimentación ha de servir de precedente para que otros gobiernos también adopten las mismas medidas, los buenos hábitos alimenticios se instauran en los niños desde bien pequeñitos.
Este cambio del gobierno británico a mejorar la alimentación infantil se ha realizado tras una campaña en televisión del conocido cocinero Jamie Oliver, quien demostró los nefastos efectos en el aprendizaje de una mala dieta y cómo se pueden preparar platos más atractivos y sanos.
Vía | Actualidad Terra