La baja paternal de 16 semanas para igualar al hombre con la mujer ¿un beneficio o un perjuicio?

Como habéis leído hace un rato en el blog, el partido político Podemos se desmarcó ayer en términos de conciliación con una declaración de intenciones: si gobiernan, los padres tendremos 16 semanas de baja paternal para igualarnos con las mujeres. Es decir, tanto la madre como el padre podrán disfrutar de 16 semanas percibiendo el 100% de su sueldo.

Como hemos comentado, ellos han abierto la veda al proponer una medida que otros partidos políticos llevan un tiempo sopesando, pero que nadie aún se había decidido a proponer. ¿Que cómo lo sé? Pues porque hace unos meses recibí una llamada de una diputada pidiéndome opinión acerca de la medida en cuestión.

La opinión que le ofrecí es la misma que os ofrezco aquí hoy y así os paso el turno de palabra a vosotros los papás y a vosotras las mamás, para que nos digáis también qué pensáis al respecto. La baja paternal de 16 semanas para igualar al hombre con la mujer, ¿es un beneficio o un perjuicio?

Para igualar a la mujer con el hombre

Tal y como he escrito el título parece que la medida por la que se ha optado desde Podemos está pensada en beneficio de los hombres. Pobrecitos nosotros, sólo teníamos 2 semanas para cuidar de nuestro bebé y de nuestra mujer, que acaba de dar a luz, y así podremos estar mucho más tiempo con los dos, tratando de sacar adelante a nuestro bebé y nuestra familia.

Sin embargo, no es así. No es para igualar al hombre con la mujer, sino lo contrario, la medida está pensada para igualar a la mujer con el hombre. Tener un bebé, ser madre y coger una baja de 16 semanas es algo que, por desgracia, perjudica a la mujer. No debería, ya lo sé, estoy de acuerdo, pero la perjudica porque la pone en desventaja en un mercado del trabajo voraz, atroz y sin sentimientos. Joder, si hasta podemos oír a una mujer decir que es mejor contratar a menores de 25 y mayores de 45 porque si se quedan embarazadas es un problema. Y si no lo dice una mujer, te lo dicen las grandes empresas, como Apple y Facebook, que pagan a sus trabajadoras la congelación de óvulos para que no sean madres cuando deberían serlo.

Pues con esta medida se pretende conseguir que no estén en desventaja las mujeres con respecto a los hombres sino, en todo caso, que no esté en desventaja ninguno de los dos, o que directamente, lo estén los dos (ahora aparecerán hombres y mujeres que en las entrevistas de trabajo explicarán que no van a tener ningún hijo). No es la medida definitiva, claro, porque culturalmente las mujeres seguirán siendo vistas como la mamá, esa a la que llamar en caso de que el niño se ponga malo en el cole ¿o acaso se ve igual el que un hombre pida abandonar su puesto para ir a buscar a su hijo enfermo que cuando lo solicita una mujer?, pero sería un paso importante para la igualdad y una ventaja para las mujeres en dos sentidos: tendrá a papá más tiempo en casa, que es un beneficio para ella y para el bebé y a ojos de los empresarios ya no será tan estimulante contratar a hombres por encima de las mujeres, porque los dos tendrán exactamente la misma baja.

El día que me llamaron de CiU

Yo no soy nadie. Solo soy un padre de familia, enfermero, que de vez en cuando opina sobre temas relacionados con los bebés, la paternidad y la maternidad en este humilde blog. Así que como yo no soy nadie en esto de la política (ni pretendo serlo, ni ganas) me quedé patidifuso cuando recibí una llamada de una diputada de CiU, concretamente la portavoz de la comisión de Igualdad del partido, pidiendo mi opinión al respecto.

Por lo que creí entender, le habían llegado noticias de iniciativas que pedían una baja paternal de 16 semanas que igualaría a la baja maternal y le parecía una idea estupenda. Le dije que tenía razón, que sin duda era una idea estupenda y que sería un gran beneficio para las mujeres y madres, pues no hay derecho que se las menosprecie por el hecho de ser diferentes y por el hecho de dar a luz a los que serán el futuro de nuestro país.

Sin embargo, cuando un bebé nace, aparece en el mundo esa pequeña personita con sus necesidades, tremendas necesidades, que deben ser resueltas por sus padres, o por quien sea, durante mucho más de 16 semanas.

Si hay dinero para aumentar 14 semanas a los padres, ¿por qué no hacerlo con las madres?

Ya. Supongo que ya sabéis por dónde voy. Llevamos años, muchos años, quejándonos de que la baja maternal es irrisoria. Son 16 semanas, algo menos de 4 meses, tras las cuales la madre vuelve al trabajo y el bebé se queda semi-abandonado (no se me enfaden las abuelas, que hacen un trabajo ejemplar, pero es que es así). Cuando un bebé tiene 16 semanas su nivel de dependencia sigue siendo exagerado. No es capaz de hacer nada por sí mismo. Ni siquiera puede moverse ni comunicarse y lo recomendable es que siga tomando pecho de manera exclusiva.

¿Que cómo lo hacen las mujeres? Pues como pueden. Algunas se cogen reducción de jornada, otras piden permisos para alargar esas semanas tanto como pueden, otras vuelven al trabajo y dejan la leche que se han sacado para que el padre o la abuela se la dé, otras dejan de dar el pecho, otras... soluciones y parches a un problema evidente: con 16 semanas te vas dejando atrás a un bebé indefenso, casi tan indefenso como cuando nació. Porque si me dijeras que ya habla un poco, ya es capaz de comer un poco solo o que duerme bien, aún. Y mira, hasta sería capaz de obviar lo del hablar y el comer, solo que con 4 meses ya durmiera casi toda la noche del tirón los padres, al menos, se irían descansados a trabajar. Pero es que no es el caso. La vida, con 16 semanas, no es mucho mejor que cuando el bebé tiene 2 o 3 semanas.

El mínimo aceptable sería poder dejar al bebé al cuidado de otra persona con 6 meses de edad. Entonces habría podido hacer lactancia materna exclusiva, como se recomienda, y a partir de ese momento podría empezar a comer otros alimentos que complementarían a la lactancia, que la mamá podría seguir ofreciendo al volver a casa.

Pero oye, ¿por qué conformarnos con 6 meses si hay dinero para aumentar en 14 las semanas de los padres? Si a las 16 de la madre sumamos las 14 de los padres, tenemos 30 semanas de baja maternal, que equivalen a unos 7 meses. Eso sí sería una baja estupenda para un bebé. Eso sí sería para una madre un beneficio a la hora de cuidar de su hijo. Podría darle el pecho los 6 meses de exclusiva y aún tendría un mes para empezar a darle todos los nuevos alimentos. Con 7 meses dejaría a una tercera persona a un bebé con mucha más autonomía, capaz de comer muchas cosas y de interaccionar de diferente manera. ¡Si hasta se mantienen ya sentados! Nada que ver con ese bebé de casi 4 meses.

Pero claro, esta baja sería un beneficio para el bebé, increíble, y un beneficio para la madre, también increíble, a costa de ser un perjuicio para la mujer en su faceta laboral. Arreglamos una cosa, pero estropeamos otra.

Todo esto para decir que, cuando hablé con la señora diputada, le expliqué ambas cosas: "si pienso en la mujer como trabajadora, vamos a la igualdad, directos, sin pensarlo dos veces. Si pienso en la mujer como madre, y en consecuencia en el bebé, vamos a lo contrario, a crear una desigualdad aún mayor, precisamente porque soy de los que piensan que hombres y mujeres no podemos ser iguales, a menos que de repente podamos dar a luz, amamantar y cuidar a nuestros hijos igual que lo hace una mujer".

Vamos, que si fuera ella, o si fuera político, tendría un serio problema para resolver esta situación, porque no sabría por cuál decantarme. Como no lo soy, pues no la tomo y simplemente digo que cualquiera de las dos medidas u opciones me parecen excelentes, sobre todo porque superan a lo que tenemos ahora, una baja ridícula de dos semanas para los padres y una baja ridícula de 16 semanas para las madres.

Fotos | Thinkstock
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