Los sistemas de retención infantil orientados en el sentido contrario a la marcha son la forma más segura de viajar, y así lo recomienda la DGT hasta los cuatro años como mínimo, e incluso durante más tiempo mientras el peso y la altura del niño lo permitan.
Se sabe que en caso de colisión frontal o lateral este tipo de sillas reducen hasta en un 80 por ciento el riesgo de lesiones, pero son muchos los padres que se preguntan si son igual de seguras en caso de un golpe trasero. Investigadores del Centro Médico Wexner de la Universidad de Ohio han estado trabajando en esta hipótesis, y los resultados han sido publicados en la revista científica y de ingeniería, SAE International.
Es el SRI más seguro ante cualquier impacto
Las sillas a contramarcha han demostrado ser el sistema de retención infantil (SRI) más seguro en caso de producirse un choque frontal o lateral entre vehículos, pero son muchas las personas que han manifestado sus dudas sobre cuál sería su eficacia en caso de impactos traseros (que suponen el 25 por ciento de los accidentes automovilísticos).
Por ello, el Centro Médico Wexner de la Universidad de Ohio junto al Centro de Estudios de Prevención de Lesiones Infantiles del Children's Hospital de Filadelfia, ha llevado a cabo un estudio en el que se han realizado pruebas de colisión trasera con múltiples sillas orientadas a contramarcha, en donde además se ha analizado la respuesta y la eficacia, tanto del arco como de la pata antivuelco.
"Aunque en los casos de colisión trasera el niño que viaja en una silla a contramarcha está mirando en la dirección del impacto, este tipo de sistemas de retención infantil continuan haciendo su trabajo, y sus diferentes características y mecanismos absorben de forma eficaz la energía del impacto al tiempo que protegen al niño" - ha manifestado Julie Mansfield, autora principal del estudio e ingeniera en el Instituto de Investigación y Biomecánica de Lesiones de Ohio.
Mansfield recordó la importancia de instalar correctamente la silla en el vehículo para que cumpla con su función de seguridad, además de seguir las indicaciones del fabricante sobre la altura y peso máximos recomendados.
"Las sillas orientadas hacia atrás ayudan a sostener la cabeza, el cuello y la columna vertebral del niño y protegen bien las partes más sensibles de su cuerpo. Los recién nacidos y los niños más pequeños son especialmente vulnerables, ya que su columna vertebral y vértebras no se han fusionado y desarrollado completamente"
Queda por tanto probado, una vez más, que las sillas a contramarcha son los sistemas de retención infantil más seguros para viajar, y que instalados y usados corretamente absorben con eficacia el impacto y protegen al niño ante cualquier tipo de colisión.
Fotos | iStock
Vía | Wexner Medical Center
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