Siempre evoca ternura ver una fotografía en la que gente mayor y niños pequeños están pasando tiempo juntos. Quizás es porque nos recuerdan la complicidad que existe entre nietos y abuelos, o tal vez por la reflexión que nos causa ver el entendimiento que hay entre esas generaciones.
Por eso nos ha parecido bonita la iniciativa de Maggie Kuznia, una niña de siete años que lee libros infantiles a los ancianos que viven en la residencia donde trabaja su mamá.
De acuerdo con lo que cuenta Tiffany Kuznia, la madre de Maggie, a Kare 11, todo comenzó uno de los días en que su hija la acompañaba a su trabajo, una residencia de ancianos en Minessota, Estados Unidos. Tiffany le recordó que alistara sus cosas para salir de casa, a lo que Maggie le respondió que en esa ocasión llevaría algunos de sus libros porque quería leérselos a los residentes.
Aunque esto inició en el invierno pasado como algo que hacía durante los días que nevaba, pronto se volvió una rutina que Maggie continuó haciendo en estas últimas vacaciones de verano, yendo una o dos veces por semana a la residencia mientras su madre trabaja.
Esta iniciativa ha resultado muy positiva para todos: Maggie aprende de los residentes a la vez que mejora su vocabulario y habilidades lectoras gracias a todos sus "mentores", mientras que los residentes disfrutan escuchar las historias de Maggie, que es una narradora muy especial y dedicada. Algunos, incluso le ven como una nieta cuando va a leerles sus historias.
De acuerdo con Tiffany, en casa comenzaron a leer libros a Maggie desde que estaba en la barriga de su madre y la pequeña ya tenía el hábito de leer antes de dormir cada noche, pero sin duda el leer a los ancianos de la residencia ha hecho que su amor por la lectura aumente aún más.
Observar este tipo de iniciativas en las que los niños acompañan y escuchan a las personas mayores no solo nos demuestra el valor de dedicarle tiempo a los demás, sino que nos recuerda lo mucho que podemos aprender, compartir y enriquecernos al convivir con personas de distintas generaciones.
Foto de portada | Kare 11, reproducidas con previa autorización de Tiffany Kuznia