Hay personas que son naturalmente optimistas: su personalidad les ayuda a ver el lado positivo de la vida, permitiéndoles sentirse capaces de hacer aquello que se han planteado y de afrontar las cosas que les ha puesto la vida por delante. ¿Pero sabías que el optimismo también puede aprenderse?
Y es que el optimismo y el pesimismo -su lado opuesto- son solamente estilos o tendencias de pensamiento. Y el pensamiento, como sabemos, puede redirigirse, ayudándonos a convertir las ideas pesimistas y negativas por otras más positivas.
Esto es algo en lo que sin duda deberíamos trabajar si somos un poco más pesimistas, pues la ciencia ha demostrado en múltiples ocasiones que una mentalidad optimista o más positiva, tiene grandes beneficios para nuestra salud física y mental, derivando en una vida más feliz.
Uno de los métodos que existen para lograrlo es el ABCDE, desarrollado por el psicólogo experto en psicología positiva Martin Seligman, quien se basó en la terapia cognitiva conductual (TCC) creada por Aaron Beck y la terapia racional emotiva conductual (TREC) de Albert Ellis.
Tanto la TCC como la TREC se centran en identificar los pensamientos subyacentes que influyen en nuestro comportamientos, para entonces cambiar las creencias negativas y mejorar la salud mental y bienestar emocional en general.
Los cinco pasos del método ABCDE
Este método, que Seligman explica a detalle en su libro "Aprenda optimismo", nos enseña un proceso para identificar y desafiar esas creencias negativas, con el objetivo de ayudarnos a ver los eventos de manera más realista para implementar un cambio positivo en nuestra forma de pensar.
Estos son los cinco pasos del método ABCDE para ser más optimistas:
A: Adversity (Adversidad)
Lo primero que debemos hacer, es pensar en una adversidad o problema reciente al que nos enfrentamos y que nos llevó a pensar de manera negativa o pesimista. Es decir, alguna situación que quizás nos parecía difícil de lograr (como una nueva rutina de ejercicio o la adopción de un hábito) o alguna experiencia que nos hizo sentir nerviosos o inseguros (como una entrevista de trabajo o un proyecto nuevo y diferente a lo que solemos hacer).
B: Belief (Creencia)
El siguiente paso tiene que ver con cómo interpretamos el evento que identificamos en el paso A: ¿qué es lo que pasa por nuestra mente cuando pensamos en ese problema o adversidad? Este punto en particular requiere que seamos lo más sinceros posible con nosotros mismos, sin intentar minimizar ni endulzar las emociones pesimistas o negativas que hayamos sentido o pensado al inicio.
C: Consecuence (Consecuencia)
En esta etapa, identificaremos la forma en la que nos comportamos, respondemos o sentimos hacia la adversidad. ¿De qué manera o cómo han impactado esos sentimientos o creencias negativas en mis acciones y decisiones?
D: Disputation (Disputa)
El cuarto paso de este proceso requiere que refutemos o nos demostremos a nosotros mismos que las creencias del paso B estaban equivocadas. La finalidad de este paso es enfocarnos en ser objetivos y mirar los hechos:¿Realmente la situación es tan mala como la estamos imaginando? ¿Estamos exagerando algo o viéndolo peor de lo que es en realidad?
E: Energization (Energización)
Finalmente, el último paso nos pide considera cómo nos sentimos ahora que hemos cuestionado esas creencias negativas iniciales. Ahora que hemos visto la situación no es tan difícil o desesperanzadora como al principio creíamos, o que hemos encontrado una solución o manera de resolverlo, es posible que nos sintamos más motivados y seguros para hacer las cosas.
Como puedes deducir, el método ABCDE es un ejercicio de reflexión interna y profunda, que requiere seamos sinceros con nosotros mismos. Pero aunque al inicio nos cueste hacerlo, la recompensa es que éste proceso nos ayudará a ver las adversidades y situaciones complicadas o desafiantes con un enfoque más positivo, ayudándonos a ser más optimistas.
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