A finales de 2020, BCNatal (Sant Joan de Déu – Clínic) presentó un proyecto único en Europa para construir una placenta artificial que aumentara la supervivencia de los prematuros extremos (menos de seis meses de gestación).
Tras dos años y medio de trabajo, hemos conocido los esperanzadores resultados de la primera fase del ensayo: la placenta ha logrado reproducir unas condiciones vitales que han alargado 12 días la supervivencia de un feto animal.
Ahora se inicia una segunda fase de validación experimental que tiene como objetivo ampliar el tiempo de supervivencia de los actuales 12 días a más de 3 semanas.
En qué consiste la placenta artificial y cómo puede ayudar a los prematuros extremos
Con el fin de mejorar la tasa de supervivencia de los los prematuros extremos y minimizar las graves secuelas que presentan, el equipo de BCNatal (Sant Joan de Déu – Clínic) con el apoyo de Fundación ”la Caixa”, lleva dos años y medio trabajando en un gran reto médico y tecnológico: la creación de una placenta artificial lo más parecida posible al útero materno.
El proyecto, para el que se han destinado alrededor de siete millones de euros, consta de dos fases, y recién concluida la primera fase se han presentado los resultados.
El primer prototipo de placenta que se ha desarrollado tiene forma de un recipiente translúcido y blando realizado con materiales biocompatibles y protegido de sonidos y luces. Dentro se coloca al bebé en un entorno líquido aislado de los estímulos exteriores y conectado a un sistema específicamente diseñado para recibir el oxígeno, nutrientes, hormonas y otras sustancias que necesita para su correcto desarrollo.
Además, el bebé está monitorizado continuamente y de forma no invasiva mediante ecografía del flujo sanguíneo, de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca.
En la primera fase del proyecto se ha logrado alargar la vida de un modelo animal ovino durante 12 días, sin duda toda una proeza, teniendo en cuenta que muchos prematuros extremos mueren inmediatamente o a las pocas horas de nacer.
En este vídeo de Fundación La Caixa se explica cómo se está desarrollando este proyecto:
¿Qué esperar de la segunda fase del proyecto?
Superada la primera fase, todos los esfuerzos se destinarán ahora en ampliar el tiempo de supervivencia de los actuales 12 días a más de 3 semanas.
Para ello, en la segunda fase el equipo trabajará en una mejora tecnológica que permita optimizar los dispositivos médicos utilizados, como las cánulas o las membranas oxigenadoras. También se describirán y diseñarán los protocolos necesarios para la transición del feto desde la placenta artificial a la vida extrauterina, evaluando los efectos a largo plazo en el desarrollo cerebral, cardíaco, pulmonar y metabólico.
Durante este proceso se tendrán en cuenta todos los aspectos éticos y legales para que pueda ser aprobado un primer estudio clínico en el contexto de terapia en uso compasivo.
El proyecto de placenta artificial representa un gran reto médico y tecnológico, y precisa de muchas áreas de investigación puntera para su realización, ya que es necesario transportar con éxito un feto de entre 500 y 1.000 gramos desde el útero materno hasta una bolsa artificial donde, rodeado de líquido, su cordón debe seguir recibiendo oxígeno y alimentos. De ahí que, aunque la idea se desarrolla desde hace 60 años, ha sido en los últimos 10 cuando se ha comenzado a pensar en una aplicación real gracias a los avances existentes
En este momento existen solo cuatro países en el mundo que han desarrollado proyectos similares con avances significativos en los últimos años: Estados Unidos, Japón, Australia y ahora España, con el proyecto CaixaResearch Placenta Artificial.
Prematuros extremos: la lucha por la vida
Cada año nacen alrededor de 25.000 bebés prematuros en Europa (en España entre 1.000 y 1.100), de los cuales sobreviven entre el 25 y el 75% de ellos, en función de las semanas de gestación. Aunque el pronóstico ha mejorado en los últimos 20 años, de los bebés que sobreviven, entre el 75 y el 95 % presentan secuelas que pueden afectar gravemente a su desarrollo cerebral, cardiovascular y respiratorio, entre otros.
De estos, la mayoría tienen secuelas de por vida, algunas muy graves, que pueden afectar su desarrollo cognitivo, cardiovascular y respiratorio, entre otros. Son datos publicados en la revista Jama, que hablan de la importancia de encontrar soluciones médicas encaminadas a ayudarles.