Lejos quedaron los tiempos en los que tener hijos antes del matrimonio era motivo de vergüenza, de modo que no es raro ver niños que acompañan a sus padres al altar, les llevan los anillos... Pero la idea de esta pareja ha dado muchos que hablar, por motivos obvios. Un bebé acompaña a sus padres al altar "enganchado" a la cola del vestido de novia.
No en un cochecito junto a ellos, o en un portabebés, o en brazos del padre, la madre, o de los padrinos o testigos... No: el bebé iba literalmente enganchado a la cola del vestido, de modo que fuera bien visible a los asistentes a la ceremonia (y no tanto para sus padres como es evidente).
La madre, Shona Carter-Brooks, puso la fotografía de la boda en su perfil de Facebook y aunque la calidad de la misma no es demasiado buena, se puede ver en el vídeo y también os invitamos a verla desde su página en esta red social o desde Twitter, donde otros usuarios (como la periodista @reinaLydia) la han expuesto.
Está claro que la pareja deseaba que su hija de apenas un mes de vida les acompañara en este momento tan especial, pero el modo en que lo hizo no es demasiado habitual y algo irresponsable. Ante las críticas, la madre se ha defendido señalando que el vestido había sido modificado para que el bebé pudiera ir con seguridad enganchado en él.
No se arrepiente de lo hecho, dice que el bebé estaba despierto y seguro y responde al gran revuelo indicando que "Nosotros hacemos lo que queremos cuando así lo queremos, siempre que Jesús esté de nuestro lado todo nos va a salir bien”.
Ha habido hasta quien quiere que actúen los servicios de protección al menor, lo cual ya me parece excesivo, aunque y, permítaseme la broma ante este insólito hecho, sí se podía avisar a un buen estilista de vestidos de novia... Espero que el bebé fuera desenganchado de tal artificio nada más terminar la ceremonia, porque imaginad un vals de esta guisa.
No creo que el bebé corriera gran peligro, ni que la madre saltara por escalones (no debe ser fácil mover ese vestido con el bebé a rastras), pero aunque este estuviera bien sujeto, sin duda la postura no es la más cómoda y adecuada para tan tierna edad y al fin y al cabo, el bebé va arrastrando por el suelo. No pasó nada, pero podría haber pasado.
Imagino la cara de sorpresa de los invitados... y no se me ocurre qué podría pasar por la cabeza de la bebé al verse remolcado de tal modo (ni por la cabeza de las padres al idear el sistema). No, la idea no es buena. Ni para el bebe, ni para la "estética" nupcial. Y espero que no cunda el ejemplo por el bien de todos...
Vídeo | Youtube
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