Los planes de parto y la teoría del centésimo mono

Los planes de parto y la teoría del centésimo mono
4 comentarios

El libro "El centésimo mono" de Ken Keyes, explica un acontecimiento observado por un grupo de etólogos (investigadores del comportamiento animal) y desarrolla una interesante teoría. Hoy, al conocer la experiencia de una amiga, he pensado en ella y en como nos acercamos, o quizá ya hemos llegado, al punto crítico que hará que los partos respetados sean algo normal en nuestro entorno.

La teoria del centésimo mono se desarrolló a partir esta historia. En la isla de Koshima se estaba estudiando el comportamiento de los monos Macaca Fuscata. En 1952 los estudiosos comenzaron a ofrecerles batatas, que dejaban en la playa. A los monos les encantaban, pero limpiarlas de arena con las manos no era demasiado efectivo. Un dia, una mona adolescente a la que llamaban Ita comenzó a lavar sus batatas en el agua del mar. Poco a poco fueron imitándola los otros adolescentes, después sus madres, y luego un amplio número de individuos, aunque otros seguían usándo las manos.

Sin embargo, un día, se llegó al centésimo mono, por decir un número. Aquella mañana todos los miembros de la tribu, sin excepción, adoptaron la nueva idea y a partir de entonces el descubrimiento de Ita se convirtió en costumbre. Fué como si, llegado a un punto de expansión de la nueva idea, se transmitiera a todo el grupo.

Pero eso no fué lo mas asombroso. La costumbre de lavar las batatas cruzó el mar. Los grupos de la misma especie de la zona continental, sin ningún contacto con los anteriores, lavaban también sus batatas a partir de ese día.

La teoría desarrollada a partir de esta experiencia indica que, una vez llegado a un número crítico de individuos que adquieren una nueva idea, esta se convierte posible para todo el mundo. No se trata de una teoría demostrada, implica cosas aún incomprensibles, sin embargo se observa en otros seres vivos un comportamiento semejante.  Y también en la Historia de la Humanidad, pues culturas independientes adoptaron lenguaje, rueda, agricultura o escritura de forma casi coetanea.

Ahora voy al grano: hasta hace poco presentar un plan de parto era una experiencia casi cercana a los juegos de azar. No había garantía alguna de que fuera a ser aceptado. Sin embargo muchas mujeres lo han seguido llevando a los Hospitales y trabajando para que sea algo habitual.

Mi amiga Silvia estaba preocupada por su próximo parto. Su primer hijo había nacido en un Hospital de la red pública hace unos años. Recibieron todos los protocolos habituales: inmovilización, rasurado, enema, prohibición de comer y beber, oxitocina, episotomía y separación. No quería volver a pasar por lo mismo. Estaba convencida de que un parto respetado era lo mejor para ambos. Pero se sentía sola, incomprendida y débil. Su entorno no la entendía bien, nadie confiaba en que pudiera cambiar lo que se hacía habitualmente en ese Hospital. Pensaban que su deseo solo le traería negativas o algo peor.

Pero Silvia sacó fuerzas de flaqueza. Si no luchaba no podía vencer. No podía dejar de buscar lo mejor para su hijo y para ella misma. Estaba convencida que aquellos protocolos traerían un sufrimiento innecesario a ambos. No podía estar callada. Asi que lo hizo, redactó su plan de parto, sin demasiadas esperanzas.

Y ¿sabeís lo que sucedió cuando lo presentó en el Hospital, aquel mismo lugar que hace cinco años funcionaba de un modo completamente diferente? Llegó, lo presentó e inmediatamente le hicieron pasar a hablar con el Jefe de Ginecología. Y él, muy amable, le dijo que todo lo que solicitaba estaba conforme con la Estrategia de Atención al Parto Normal.

Silvia volvio a casa con su plan de parto aceptado y firmado. Contenta, serena, esperanzada y orgullosa de si misma. Había sido valiente, había cambiado el mundo. Ella quizá sea solo un mono más que se una a una marea que hará que podamos confiar en que nuestros planes de parto se van a atender. O quizá ella fué ese centésimo mono que esperamos. Para mi, Silvia, es mi centésimo mono. Felicidades de corazón.

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Comentarios cerrados
    • Cuando yo comencé a investigar sobre el tema del parto fué cuando mi hijo ya tenia dos añitos. Fui a un Congreso de Fedalma y allí, ademas de a Rosa Sorribas, escuche a Carlos Gonzalez y a Rosa Jové. Pero lo mas revelador fue una conversación con Fran, una de las fundadoras de EPEN, una abogada luchadora. En las primeras reuniones a la que fui, durante mucho tiempo, eran consideradas unas "locas del parto natural", y en los Hospitales a las mujeres no solo no se aceptaban los planes de parto, sino que se las trataba mal en ocasiones. Cuando apareció, despues de mucho trabajo de Asociaciones de usuarias y de grupos profesionales concienciados, la nueva Estrategia de Atención al Parto Normal, la alegría fue enorme, aunque no se puede decir que todo esté ganado. Sin embargo se va por muy buen camino, las cosas están cambiando, ya han cambiado. Estoy segura de que se va a seguir avanzando hacia una atención al parto respetuosa con los procesos naturales, y dentro de un tiempo llegaremos al modelo holandés (¿verdad que puedo soñar?) donde el parto domiciliario está cubierto por la Seguridad Social y también la asistencia de las doulas; o como a lo que se hace en los mejores hospitales suecos, donde el canguro es el modo normal de atender a los prematuros.

    • MMar, no, no lo garantiza… por eso es importante expandir la información.-

    • Genial historia… hace tiempo que pienso en ello. Hasta ahora, y sigue pasando, muchos profesionales se ríen de los planes de parto y de las mujeres que tienen esperanza en recibir un poco de respeto humano. Los planes de parto no dicen como tiene que hacer las cosas un médico, las madres no intentan saber más que ellos, sólo piden respeto, cariño, no ser violentadas, abandonadas y recibir la comprensión y la explicación de unos actos que se llevan a cabo por protocolo, pese a no estar demostrado ser válidos.

      Hace ya tiempo que muchas madres presentan planes de parto, como digo, hace tiempo que pienso que algún día, habrá tantas madres con planes de parto, que no cabrá otra opción que cambiar los protocolos…

      Hace 20 años en Londres estaban como nosotros ahora. Ahora las mujeres tienen la libertad de parir como quieran.

    • Nunca se me hubiera ocurrido relacionar esta teoría de la "masa crítica" con los partos. Algunos científicos atípicos como Rupert Sheldreke han explicado este salto cuántico de conocimiento pero siento deciros q parece q tb funciona al reves. Y esto es lo q tenemos ahora en muchos aspectos, si un nº suficiente de personas en una sociedad piensa q la leche materna no es necesaria, dejar llorar al bebé es sano y volver a trabajar a las 6 semanas es ejemplar, … el resto tb lo acepta como válido. ¿Nos asegura el centésimo mono q el conocimiento q se expande es cierto y ético?

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