Una de cada dos embarazadas tiene desequilibrios nutricionales: la importancia de cuidarse antes, durante y después del embarazo

Una de cada dos embarazadas tiene desequilibrios nutricionales: la importancia de cuidarse antes, durante y después del embarazo
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Ya hemos hablado en varias ocasiones de la importancia de cuidar la alimentación y la hidratación durante el embarazo, pues en ambos casos los requerimientos cambian y un déficit puede provocar problemas de salud tanto en la madre como en el bebé.

Recientemente, la Fundación Española de Nutrición (FEN), junto con la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT) y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) han llevado a cabo una revisión de los estudios científicos sobre la alimentación de la mujer gestante. Te contamos cuáles han sido las conclusiones y qué aspectos debemos tener en cuenta.

Una de cada dos embarazadas no lleva una dieta equilibrada

Las necesidades nutricionales de las embarazadas son mayores que las de las mujeres no gestantes, y por ello es esencial mantener una dieta completa, variada y equilibrada durante esta etapa.

Sin embargo, según los estudios una de cada dos embarazadas presentan desequilibrios nutricionales importantes, no alcanzando la ingesta recomendada de ácido fólico, yodo, calcio, hierro,vitamina D y ácidos grasos Omega-3.

Estos desequilibrios no se solucionan "comiendo por dos", como a veces se cree de forma errónea, sino llevando a cabo una dieta equilibrada y variada, distribuyendo las ingestas en cinco o seis comidas diarias, y recurriendo a suplementos y alimentos fortificados para asegurarnos el correcto aporte de todos los nutrientes necesarios en esta etapa.

Recordemos, que una alimentación correcta durante el embarazo, es clave para el bienestar materno y para el desarrollo presente y futuro del bebé.

Ácido fólico

El ácido fólico es un tipo de vitamina del grupo B que ayuda al organismo en el mantenimiento y en la creación de células nuevas. Esta vitamina es imprescindible en los periodos de división y crecimiento celular rápido, especialmente en la infancia y durante el embarazo.

Se sabe, además, que la ingesta de ácido fólico antes y durante el embarazo, ayuda a prevenir defectos congénitos medulares y cerebrales del bebé, tales como anencefalia, hidranencefalia, encefalocele y espina bífida. Por eso es fundamental manetener unos correctos niveles de esta importante vitamina.

Espinacas

Frutas cítricas, verduras de hoja verde, legumbres, semillas, frutos secos, lácteos y pescados son algunos de los alimentos ricos en ácido fólico que no deben faltar en nuestra dieta. Pero además, tenemos que suplementar con un complejo vitamínico adecuado, que tomaremos tanto antes como durante el embarazo, y que debe contener las dosis recomendadas de ácido fólico, y otros nutrientes como el yodo.

Yodo

El yodo es necesario para el metabolismo adecuado de las células y juega un papel fundamental en el crecimiento y desarrollo de todos los órganos, especialmente del cerebro. Por eso el yodo es tan importante en la dieta de la madre gestante y también durante la lactancia.

alimentos ricos en yodo

Junto a los sumplementos de yodo que tenemos que tomar en el embarazo, es importante llevar una dieta donde incluyamos alimentos como mariscos, pescado azul, legumbres o verduras, entre otros, sin olvidarnos de enriquecer nuestras comidas con sal yodada.

Calcio y vitamina D

Durante el embarazo, el bebé necesita calcio para formar huesos y dientes fuertes, así como para un corazón, sistemas de coagulación y músculos sanos. Si no recibe el calcio suficiente, "lo cogerá" de las reservas de la madre por lo que es fundamental, tanto para el feto como para la mujer gestante que las dosis de calcio durante el embarazo sean las adecuadas.

Según los expertos, la leche sería la principal y mejor fuente de calcio, tanto por los altos niveles que contiene, como por su elevada biodisponibilidad que facilita la correcta absorción por parte del organismo de este mineral. Aunque tampoco deben faltar otros alimentos como cereales, vegetales, verduras o legumbres.

"Una mujer gestante necesita un 30 por ciento más de calcio que cualquier otra persona adulta. Por eso es importante mantener una alimentación variada y equilibrada, además de recurrir a suplementos o alimentos fortificados en calcio" - explica el profesor Ángel Gil, presidente de FINUT.

Calcio

Por otro lado, la vitamina D resulta imprescindible para absober correctamente el calcio, y la mejor fuente para obtenerla es a través del sol, aunque también hay alimentos que la contienen como pescados azules, mariscos, yema de huevo, ciertas vísceras y lácteos.

Hierro

El hierro es importante para garantizar el aporte de oxígeno que requiere el bebé para crecer sano, así como para mantener la anemia a raya durante el embarazo, una enfermedad que puede causar complicaciones.

hierro

Alimentos ricos en hierro serían los pescados, mariscos, vegetales de hoja verde, carne, lácteos y frutos secos. Y también se deberían incluir en la dieta alimentos ricos en vitamina C, que facilitan la absorción de este mineral.

Ácidos Omega-3

Entre los múltiples beneficios que tienen los ácidos Omega-3 durante el embarazo, estarían la mejora de la función cognitiva y neurológica en el bebé, el desarrollo de su sistema nervioso, la prevención de parto prematuro y preeclamsia, y según los últimos estudios podría reducir hasta en un tercio las probabilidades de aparición de asma en el bebé.

omega 3

El omega 3 se encuentra principalmente en pescados azules y mariscos, aunque también en otros alimentos como las nueces, o incluso en productos fortificados o enriquecidos como la leche, los huevos o los cereales.

Pero también la etapa previa al embarazo y el postparto son importantes

Aunque cuidar nuestra alimentación debería ser algo que hiciéramos siempre, durante el embarazo tenemos que poner un mayor foco, pues ello va a influir tanto la salud y correcto desarrollo de nuestro bebé, como en nuestro propio bienestar.

Sin embargo, no debemos olvidar que la salud de nuestro hijo no depende exclusivamente de cómo nos cuidemos durante el embarazo, ya que la etapa previa y posterior también son claves para su bienestar.

Por eso, en el momento en que planeemos quedarnos embarazadas deberíamos acudir a una consulta preconcepcional para que el médico nos informe de todos los hábitos alimentarios y estilo de vida que debemos llevar, así como los suplementos vitamínicos que tendremos que empezar a tomar.

Igualmente, durante el postparto se hace imprescindible cuidarnos y velar por nuestra salud, especialmente si estamos dando el pecho a nuestro bebé, pues nuestra alimentación y bienestar también va a repercutir positivamente en nuestro hijo. Así lo explica el profesor Ángel Gil, presidente de FINUT.

"La salud del niño pasa por la salud de su madre. Si la mujer cuida lo que come repercuturá positivamente en la cantidad y calidad de su leche, y por tanto en su hijo. Por eso es importante que una vez haya dado a luz, la madre se siga cuidando"

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