Porque como ya sabes un columpio va bien para niños de todas las edades; y porque cuando los niños se cansen de corretear por el exterior de la casa, podrán subirse a él y seguir divirtiéndose; además ¿te imaginas la cara de sorpresa de los amiguitos cuando lo vean?
El columpio Piment tiene una sólida estructura que proporcionan sus postes redondos de 10 centímetros de diámetro. Las dimensiones totales son 2,80 metros (largo), 2,05 (ancho), y 2,35 (alto). El conjunto incluye dos asientos de plástico colgados con cuerda, además de una escalera a un lateral, y otra cuerda más (para trepar, por ejemplo), al otro.
Este artículo cuesta 234,95 euros y lo puedes encontrar en El País de los Juguetes; algo más económico (184,95) es el Lola, con dimensiones inferiores pero la misma estructura. Y nos ofrecen el columpio de cuerda, mucho más sencillo, aunque también más discreto, cuya principal ventaja es que puede regularse en altura.
Creo que el columpio es una forma excelente de que los niños experimenten con sus habilidades motoras, y descubran como con su fuerza se puede modificar la velocidad y altura que alcanzan. Los asientos de los columpios Piment y Lola soportan hasta 50 kilogramos de peso.
A mí me han encantado.
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