Cuidado con las infecciones intestinales porque estamos en verano, y eso hace que aumenten las causas que se asocian a estas enfermedades. Por un lado cambios y descuidos en la comida que nos llevan a no prepararla correctamente, o no lavar bien los productos que se comen frescos.
Por otro lado puede que descuidemos el lavado de manos de los niños después de jugar (por ejemplo en el bosque que está junto al camping) y las nuestras propias después de preparar la comida; ello unido a la probabilidad de consumo de agua de dudosa procedencia (aquella fuentecita tan bucólica en medio del sendero ¡ay! ¿pero es que nos creemos que unos urbanitas como nosotros pueden aventurarse sin preguntar antes a las gentes del lugar?).
Todo ello ocasiona que bacterias, parásitos, hongos y virus lleguen con cierta facilidad a la boca de los niños, y la nuestra, claro, … el resto ya lo sabéis.
Hará como un año hablábamos de los tipos de diarrea, y no me quiero repetir, pero creo que es obligación recordar las medidas básicas de seguridad:
Sólo podemos consumir agua segura, o sea envasada, y de no ser así, vale la pena que la hirvamos, porque yo no la gastaría ni para lavar verduras.
Las frutas y verduras se lavan bien, antes de pelarlas o trocearlas, da igual si después las cocinamos o no.
Los utensilios de cocina que usamos para carne, lácteos u hortalizas / frutas, deberían ser diferentes.
El banco de la cocina debe quedar limpio después de prepara comida en él. Y lo mismo con la mesa dónde comemos, si no pasamos la bayeta, y colocamos la merienda tres horas después, pueden haberse pasado por allí diminutos invitados para darse un festín.
Los alimentos se deben guardar tras la compra, dejando en la nevera / congelador los que vayan allí.
Cuando salgamos a las excursiones, procuremos una bolsa nevera, para conservar mejor bocadillos de embutidos o queso, frutas delicadas, ensaladas y tortillas. En verano, siempre debe haber hueco para los acumuladores en el congelador.
Si vas a comer en un bar o restaurante, observa primero la higiene general del local, y el aspecto que presentan los alimentos que están encima del mostrador, así nos haremos una idea. De todas formas vale la pena evitar salsas, huevos crudos y alimentos medio hechos; una cosa es una ensalada, otra un plato que se come cocinado, pero solo lo esté a medias.
Que los niños se laven las manos antes y después de comer, y antes de ir al baño.
¡Vaya! parece que tenemos una infección gastrointestinal
Suelen cursar con dolor abdominal, como si fueran cólicos, puede que el niño también vomite, e incluso que presente un cuadro diarreico agudo, que podría acompañarse con fiebre. Sería normal que no tuviera apetito, pero en cualquier caso debemos procurar que esté bien hidratado, ofreciéndole incluso preparados remineralizantes de farmacia. Si quiere descansar, procurarle un lugar fresco y confortable, aun a costa de que uno de los adultos se tenga que perder un par de tardes de paseos y piscinas.
Si tenéis dudas, consultaréis con el dispensario o consultorio médico más cercano. Cuando se trata de lactantes, o niños muy pequeños que maman, no es necesario suspenden la lactancia, que además ayudará en la curación. Como siempre decimos, la prevención es muy importante, invirtamos en ella, y dedicaremos menos tiempo a curarnos.
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