A la hora de comprar un determinado producto de alimentación para nuestro pequeño, podemos elegir entre comprarlo en una farmacia o cualquier otro establecimiento. Muchas madres se decantan por la farmacia porque les inspira más confianza a pesar de que el producto sea el mismo en ambos establecimientos.
A todo esto hay además que añadir la cantidad de marcas existentes en el mercado y las diferencias de precio. Esto último suele encontrarse en los supermercados, podemos encontrar varios productos del mismo tipo para hallar el que más se adecue a nuestras necesidades, sean por calidad o por motivos económicos.
No pasa lo mismo en las farmacias, a pesar de que dan una garantía de seguridad en los productos que venden, gracias a una restricción de mercado provocada por unas pocas marcas, hacen que muchos productos que también son buenos, no estén en la farmacia ya que son excluidos de este mercado. La consecuencia es que muchas madres no ven estos productos en las farmacias y creen que son inferiores, pero no siempre es así. La alimentación infantil no es un producto exclusivo de las farmacias y tampoco es un monopolio que se pueda manejar a voluntad de cuatro empresas.
Tan sólo tenemos que acceder al vínculo para darnos cuenta sobre la manipulación de algunas compañías para dejar al resto fuera del juego y así beneficiarse ellas solamente. Los precios de estas marcas, varían con respecto a otras que puedan ser igualmente de calidad.
Otro tema es que además estas marcas no venden a determinados establecimientos y a partir de ahora tienen la obligación de vender los productos en otros centros que no sean farmacias, con lo cual la exclusividad se anula beneficiando a quienes los compran.
No te engañes, que un producto no esté en la farmacia no implica que sea de menor calidad, los movimientos de las grandes empresas son muy variados para intentar acaparar el mercado y la consecuencia es para nosotros que tenemos que pagar precios más elevados.
Más información | Correo farmacéutico