El Real Colegio de Cirugía de Reino Unido advirtió hace una semana de que la salud dental de los niños estaba empeorando por momentos, y es que en la última década han visto como las extracciones dentarias en niños menores de 5 años han aumentado un 24%.
Una de las causas principales es la alimentación de los pequeños, y dentro de la alimentación, las bebidas que consumen. Los datos son demoledores y preocupantes: solo una de cada cuatro bebidas consumidas por los niños de 5 a 9 años es agua.
Y dos de cada tres son perjudiciales
Eso quiere decir que los niños beben muy poca agua, y es preocupante porque cuando no beben agua, lo que beben es muy cariogénico. Según leemos en DailyMail, dicen los datos de una encuesta encargada por el Consejo de Hidratación Natural, también de Reino Unido, que dos de cada tres bebidas ingeridas por los niños son dañinas para los dientes.
Además, de todo lo que llegan a beber los niños ingleses, el 30% son bebidas con gas, que pueden ser dañinas incluso cuando no lleven azúcar, porque muchas cuentan con compuestos como el ácido fosfórico, ácido cítrico y ácido tartárico, que afectan al esmalte de los dientes, favoreciendo su erosión.
Los padres beben cada vez más agua
Al parecer, la tendencia en los adultos es que beban cada vez más agua, buscando una serie de hábitos más saludables a medida que se conciencian de que la mejor bebida para hidratarnos es el agua. Sin embargo, en los niños, la tendencia es la contraria. Por aquello de asegurarse de que comen algo, de que están bien nutridos, muchos niños se llevan zumos al cole (son poco saludables), meriendan batidos con cacao y similares, y muchos tienen unos dientes que dan miedo.
La Dra. Emma Derbyshire, nutricionista y asesora del Consejo de Hidratación Natural lo explica así:
El Departamento de Salud Pública de Inglaterra recomienda que los adultos y los niños cambien las bebidas azucaradas por alternativas más saludables, como el agua. También es buena para el funcionamiento normal del cuerpo, es libre de azúcar de manera natural y por lo tanto una de las mejores opciones para los dientes de nuestros hijos.
"Que solo beban agua"
Por mi trabajo como enfermero veo a muchos niños cada día, y muchos de ellos con evidente sobrepeso. Lo habitual es que sea a causa de una dieta inadecuada y de una falta de juego y ejercicio al aire libre, de modo que para poner remedio, realizo diversas indicaciones a los padres para que tanto los niños como ellos empiecen a hacer un cambio de hábitos (porque a menudo los niños hacen simplemente lo mismo que ven en casa).
Pues bien, el primer consejo que les doy es este, porque suele ser el más fácil de seguir: "Que solo beban agua". Para llegar a él, nada como dejar de comprar aquello que no quieren que sus hijos beban: ni zumos, ni batidos, ni refrescos, ni bebidas isotónicas (hay niños bebiendo Aquarius y similar a diario), ni tés azucarados (niños que beben Nestea para comer), etc. Obviamente, tampoco hacer zumos en casa. Son seguramente más saludables que los que podamos comprar en el supermercado, pero son igualmente ricos en azúcares (por el azúcar presente en las frutas que usamos para hacer el zumo) y se consumen mucho más rápido que si habláramos de piezas de fruta sueltas (y en consecuencia, engordan más).
Así que, tanto para evitar el riesgo de obesidad como para salvaguardar la salud bucodental de los niños, que sobre todo beban agua.
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