El nuevo Coronavirus SARS-CoV2 lleva ya varios meses entre nosotros y, a pesar de que poco a poco vamos conociendo más acerca de esta nueva enfermedad, aún quedan muchas incógnitas por resolver.
La COVID 19 sigue siendo una de las principales preocupaciones de los padres. Sabemos que esta enfermedad tiene un curso mucho más leve en los niños, que pueden incluso ser asintomáticos; por otro lado, no sabemos a ciencia cierta cuánto lleva el virus en nuestro medio, por lo que muchos padres se preguntan ahora si es posible saber si sus hijos pasaron ya la enfermedad. Algunos han tenido síntomas antes de que se declarara la pandemia, y se preguntan si pueden haber enfermado sin conocer que se trataba de una infección por coronavirus.
Además, se preguntan si esta infección puede dejarles secuelas, si tendrán inmunidad a largo plazo y si eso será garantía de no volver a pasar la enfermedad. Para muchas de estas preguntas no tenemos aún respuesta, pero intentaremos aclarar algunas de ellas.
Diagnóstico de infección pasada: la detección de anticuerpos
En la mayoría de los casos, cuando uno pasa un enfermedad genera defensas frente a ese virus o bacteria; son los anticuerpos. Los primeros en aparecer son los IgM, que tendrán una duración limitada. Más tarde, cuando los IgM comienzan a descender, aparecerán los IgG, que son los que perdurarán en el tiempo y podrán defendernos en caso de ser "atacados" de nuevo por ese virus o bacteria.
En el caso del Coronavirus, podemos detectar esos anticuerpos mediante diferentes pruebas, que explicaremos a continuación.
- Si detectamos una IgM positiva (con IgG negativa) indica una infección reciente. En casos de niños con Coronavirus, puede detectarse hasta seis semanas tras la infección.
- Si detectamos una IgG positiva (con IgM negativa), indicaría infección pasada.
- Si tenemos ambas positivas, indicaría una infección relativamente reciente pero ya evolucionada. Los anticuerpos IgM pueden permanecer elevados hasta seis semanas tras la infección y los IgG comienzan a aparecer pasadas 2-3 semanas de la infección.
- Si no detectamos ningún anticuerpo puede deberse a que no hayan pasado la infección, que esté aún en fase muy incipiente y no se detecten aún anticuerpos (la IgM, que suele ser la primera en aparecer, empieza a elevarse hacia el 5º día) y los test la detectan mejor a partir del octavo), que se trate de un falso negativo (ninguna prueba es fiable 100%) o que pasase la infección pero no haya generado anticuerpos.
Los diferentes test de anticuerpos en niños
Existen diferentes test que permiten detectar anticuerpos, y podrían utilizarse en niños al igual que en los adultos. Algunos requieren de una analítica de sangre y tardan varias horas en darnos el resultado.
Existen también test rápidos que permiten saber el resultado en 15 minutos empleando una gota de sangre (mediante pinchazo en el dedo o extracción de una vena). Están aún en desarrollo y por ahora, por su baja sensibilidad (aún no son muy fiables) están siendo utilizados principalmente en estudios epidemiológicos más que en casos individuales.
También pueden ser de utilidad en fases tardías de la enfermedad en aquellos pacientes con PCR negativa (técnica de referencia para el diagnóstico de infección aguda) y alta sospecha clínica.
Si mi hijo ha pasado la enfermedad, ¿puede volver a contagiarse?
Desgraciadamente no lo sabemos aún, pues es una enfermedad que apenas lleva unos meses entre nosotros. Parece que la mayoría de personas genera anticuerpos tras la enfermedad, pero no sabemos si existe la posibilidad de reinfectarse ni sabemos cuánto duran esos anticuerpos; en algunas enfermedades tenemos inmunidad de por vida tras padecerlas, en cambio en otras la inmunidad es transitoria.
En el caso del SARS-CoV1, por ejemplo. se ha objetivado una reducción significativa de anticuerpos tres años tras la infección. Para el SARS-CoV2, dado que es muy reciente, no disponemos aún de datos suficientes
Mi hijo pasó el Coronavirus, ¿tendrá secuelas?
Al igual que hemos mencionado en preguntas previas, la enfermedad lleva tan poco tiempo con nosotros que no podemos saber sus consecuencias a largo plazo. Sin embargo, es positivo el hecho de que en la mayoría de los niños la enfermedad sea leve, pudiendo incluso no tener síntomas.
Recientemente se han objetivado casos de shock pediátrico que podrían tener relación con la COVID (la OMS ya ha definido este sindrome inflamatorio multisistémico en niños relacionado temporalmente con COVID); afortunadamente son, por el momento, raros.
Qué medidas de precaución tomar para ir al hospital o centro de salud
Muchos padres siguen teniendo miedo a acudir a centros sanitarios por el riesgo de contagio. Sin embargo, hay ocasiones en que es necesario hacerlo. Además de la COVID, hay muchas otras enfermedades infantiles que siguen estando presentes y en muchos casos se ha consultado más tarde; además, estamos viendo un claro descenso en las tasas de vacunación.
En los centros de salud se dispone de un circuito limpio para administrar las vacunas más importantes (las del primera año de vida, que son primovacunaciones). Igualmente, si vuestro hijo está enfermo y tiene algún signo de alarma, debéis acudir a Urgencias.
En caso de no ser una Urgencia, podéis contactar primero telefónicamente con vuestro centro de salud para ver cómo proceder. Tanto en el hospital como en el centro de salud o en cualquier otra situación, la mejor protección es mantener la distancia, al menos dos metros si es posible y una correcta higiene de manos, tanto nuestras como de nuestros hijos.
Conviene llevar mascarilla quirírgica para proteger a los demás (ahora ya obligatoria para los mayores de 6 años en los espacios públicos); las mascarillas no son recomendable en los menores de 2 años, que deberán permancer en su carrito siempre que sea posible y al menos a dos metros de distancia de otras personas.
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